Una joven médico habla sobre las dificultades que sufre al ser juzgada por su apariencia

Cuando vamos al médico pocas veces esperamos encontrarnos con una joven completamente llena de tatuajes y con el cabello teñido de color azul brillante.

Sarah Gray es una joven que ha llegado para acabar con estos prejuicios y demostrarnos que lo que importa es el talento, el trabajo y no nuestra apariencia.

Sarah tiene actualmente 31 años.

La Dra. Sarah fue coronada como Miss Ink en Australia en el 2017. Ha realizado varios trabajos como modelo y siempre ha sentido una gran afición por el mundo de los tatuajes.

Para sorpresa de muchos, cuando no se encuentra planificando el diseño de la próxima ilustración que se imprimirá en el cuerpo, está estudiando y trabajando arduamente para continuar creciendo en su carrera como médico.

“Tener la piel llena de colores no afecta en ninguna manera tu trabajo. Ahora hay muchas leyes en contra de la discriminación así que nadie debería tratarme diferente por mi apariencia”.

Para Sarah no ha sido nada sencillo poder cumplir con este sueño. Durante muchos años ha sido juzgada por su apariencia; pero esto sólo la inspira a continuar para poder demostrar que nunca debemos señalar a una persona por la manera en que luce. Actualmente se encuentra trabajando como médico interno en un hospital de Adelaide.

Sarah se hizo su primer tatuaje con apenas 16 años.

Estos problemas no los ha tenido que enfrentar tan sólo en el mundo de su carrera sino también en las tiendas y centros comerciales.

En muchas ocasiones las vendedoras prefieren alejarse de ella y se niegan a ofrecerle ayuda cuando está buscando algo tan sencillo como un par de tacones.

Sarah asegura que es la doctora con más tatuajes en el mundo.

En algunos restaurantes también le han pedido que se vaya por políticas de “Sin tatuajes visibles”. Sin embargo, Sarah se encuentra muy orgullosa de ella y está dispuesta a continuar compartiendo su historia para convertirse en un ejemplo de que las personas tatuadas pueden llegar muy lejos en sus profesiones.

“No disfruto el dolor cuando están haciendo el tatuaje, pero sí me encantan los resultados”.

Además de ser doctora, ella se considera una coleccionista de arte. Se asegura de que todos sus tatuajes sean realizados por verdaderos profesionales y simplemente planea seguir con su pasión por la tinta a la par de su carrera en el mundo de la medicina.

Sarah se especializa en el campo de la medicina ortopédica.

Esperamos que su historia sea un verdadero ejemplo de la importancia de ser nosotros mismos y seguir luchando por nuestros sueños.

El testimonio de la doctora nos invita a reflexionar sobre la importancia de dejar de lado los prejuicios. Compártelo.

Te recomendamos