Sale de la cárcel y demuestra su talento captando imágenes de las personas más vulnerables

Desde que era tan sólo un niño, Donato Di Camillo soñaba con ser fotógrafo. Tenía una cámara Polaroid pero su familia no contaba con el dinero suficiente para comprar el film que necesitaba para poder explorar su lado creativo.

Sin embargo, eso no lo detuvo. El pequeño pasaba el día entero jugando a que era un fotógrafo en un safari de África y soñaba con tomar maravillosas imágenes.

El padre de Donato sabía que el pequeño sentía una gran pasión por la fotografía así que buscaba revistas de National Geopraphic en la basura y se las llevaba con mucha ilusión. Años después, Donato cayó en la cárcel.

Había realizado una serie de robos y recibió una estricta sentencia. Dentro de la prisión, Donato encontró algo muy especial que lo ayudó a aprovechar todo su tiempo allí: una enorme biblioteca llena de revistas como las que su padre le regalaba cuando era niño.

Como en los viejos tiempos, Donato se sumergió en las imágenes y estudió con mucho cuidado las diferentes fotografías. Pasó toda su sentencia disfrutando de revistas como Life, Time y National Geographic.

Cuando lo liberaron, Donato sabía perfectamente lo que quería hacer para retomar su vida. Trabajó muy duro para comprarse una cámara profesional y comenzó a caminar por las calles para hacer una serie de imágenes que dejaron al mundo entero boquiabierto.

Todos podemos identificarnos con los demás. No importa si es alguien que vive en las calles o un empresario con una gran fortuna”, dijo Donato.

Las fotografías de Donato suelen tener como principales protagonistas a personas sin hogar, con problemas mentales y simplemente los más extravagantes de las calles de Nueva York.

“Son personas que están a nuestro lado pero parecen no tener un rostro. Todos merecen tener un rostro”, dijo Donato.

Su principal meta es lograr conectar y retratar a personas que suelen ser ignoradas por los demás, incluidos los fotógrafos.

“A algunos no les gustan las fotos y eso está bien. Yo quiero que quienes aparecen en mis fotos comprendan que lo hago porque veo algo de mí en ellos y creo que el resto del mundo también podría hacerlo”, dijo Donato.

Algunas personas consideran las imágenes de Donato como crudas e impactantes. Él está decidido a continuar representando a todos aquellos que permanecen “al margen” de la sociedad.

La vida de Donato no ha sido nada sencilla, pero su gran amor por la fotografía lo ha ayudado a inspirar a miles con su drástico cambio al salir de prisión.

Este talentoso fotógrafo es una muestra más de que todos merecen una segunda oportunidad. Sus fotografías son una fuente de inspiración que dejan a muchos reflexionando. ¡Comparte!

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