El planeta lleva mucho tiempo pidiéndonos ayuda a gritos pero el hombre sigue con sus hábitos consumistas, usa el plástico y otros materiales de manera indiscriminada, sin importar las graves consecuencias que estos puedan producir en los diferentes ecosistemas.
Frente a esta realidad, mentes bastante creativas se dedican a diario a generar propuestas amigables con el medio ambiente y dos de estas personas son los cerebros detrás de EcoBirdy.
Se trata de Joris Vanbriel y Vanessa Yuan, los creadores de una empresa dedicada a la fabricación de muebles a partir del plástico obtenido de juguetes desechados.
¿Alguna vez te has preguntado a dónde van a parar todos los muñecos rotos de tus pequeños, una vez los arrojaste a la basura? Pues, debes saber que el 80% de esos objetos van a parar a rellenos sanitarios, incineradoras e, incluso, al fondo de nuestros mares.
Una realidad dolorosa, puesto que esos objetos con los que llenamos de amor a nuestros hijos tienen un tiempo de vida útil de solo meses, antes que los pequeños los quiebren y se opte por desecharlo; según se afirma en el portal de EcoBirdy.
La gente se deshace del artefacto, pero no del plástico que lo compone.
Es por esta razón que la idea lanzada en enero del 2018, busca reciclar la mayor cantidad de plástico posible.
De hecho, los Joris y Vanessa tienen una ambiciosa meta: recaudar unos 250.000 kg de juguetes plásticos para reciclarlos y convertirlos en sillas, mesas lámparas y todo tipo de objeto de mobiliario infantil.
Los juguetes vuelven a las manos de los más pequeños de un modo útil y amigable con el medio ambiente ¿no es esto algo fantástico?
“Nuestro objetivo es liberar nuestro ecosistema de su impacto pernicioso. Como utilizamos tecnologías innovadoras, hechas para la reutilización de plástico, no es necesario agregar pigmentos o resina”, puede leerse en el portal de EcoBirdy.
Antes de crear cualquier mueble, el plástico recolectado pasa por un proceso de descontaminación que permite obtener un material libre de agentes químicos. Por este motivo, la marca asegura a sus clientes un producto “limpio, puro y 100% seguro”.
Los diseños ergonómicos son otro atractivo de estos muebles.
Vanessa Yuan y Joris Vanbriel, han orientado sus conocimientos en moda y diseño a la creación de una solución frente al terrible problema que representa el plástico para nuestros ecosistemas.
“Nuestro objetivo es minimizar el uso de recursos y el desperdicio mediante el uso de materiales sostenibles para crear productos duraderos que se puedan reciclar, e inspirarlos a contribuir a un futuro más sostenible”, dijeron.
EcoBirdy nació en Amberes, Bélgica, y sus creadores se tomaron más de un año de planificación antes de poner a operar el proyecto. Para ello encontraron el cofinanciamiento de COSME, un programa de la Unión Europea.
Actualmente, la silla Charlie, la mesa Luisa y la lámpara rinoceronte son los productos más cotizados de la marca pero EcoBirdy ofrece otros diseños de mobiliario en su catálogo.
El diseño, limpio, fresco y colorido es sin duda uno de los principales atractivos para los más pequeños.
Pero esta empresa no solo está reciclando y creando muebles infantiles sino que tiene un doble impacto social a través de un programa educativo de visitas escolares, en el cual instruyen a los más jóvenes sobre economía circular.
La intención es inspirar a esas generaciones de relevo para que aporten a la humanidad ideas positivas que permitan construir un futuro más sustentable.
Para lograrlo, también se ha publicado un libro de cuentos con historia motivacionales de emprendimiento y acciones en pro del medio ambiente.
Proceso de reciclaje de EcoBirdy.
Tras años de destrucción es momento de que todos hagamos algo por nuestro planeta y en EcoBirdy no solo actúan en el presente, a través del reciclaje de desperdicios plásticos, sino que apuntan a un impacto futuro en las mentes de las nuevas generaciones.
Aunque no son los únicos construyendo cosas brillantes a partir de objetos reciclados, no cabe duda de que el mundo necesita más ideas asombrosas y amables con el ambiente como estas.
Gracias a todos aquellos que ponen su inteligencia a disposición de la humanidad.