Una devastada madre dona su leche materna después de la trágica pérdida de su bebé

Olaya Rubio Vilchez, es una mujer española que después de 42 semanas trajo al mundo a un bebé que cambió su vida, pero de quien tuvo que despedirse para siempre. El dolor y el amor por su hijo la llevó a convertirse en la impulsora de una causa noble que ha ayudado a muchos niños.

Cuando Olaya supo que sería madre se sintió la mujer más feliz del mundo y vivió cada día de su embarazo al máximo. Era una madre informada y consciente de la responsabilidad que implicaba traer un niño al mundo.

La feliz mujer planificó su embarazo y su parto. Estaba al tanto de todas y cada una de las cosas que tenía que tener en cuenta para cuidar bien a su niño, pero nunca pensó que necesitaría conocer cómo preparar a su bebé para la muerte.

“Preparé mi plan de parto, entre otras muchas cosas, pero no pensé para nada en encontrarme con la muerte”, escribió la triste madre en guiainfantil.


Rubén, el deseado hijo, nació a buen término con excelentes condiciones en cuanto a talla y peso. Pero, a veces la vida tiene sus propios planes y estos no coinciden con los nuestros.

Sin avisar, la muerte visitó la Unidad de cuidados intensivos neonatal, y le arrebató a su amado tesoro de los brazos


Rubén murió, pero Olaya se aferró a ese amor para seguir adelante, y como una forma de rendirle homenaje decidió convertirse en donadora de la leche del bebé, para otros niños que pudieran necesitarla.

La naturaleza hizo su trabajo, y cuando fisiológicamente estaba preparada, empezó a producir leche materna. Era la leche que debió alimentar a Rubén y que ella decidió donar.

El acto de donar la leche de su hijo era mágico para ella, cada extracción la hacía sentir viva.

“La donación de la leche de mi hijo fue mi primera herramienta para caminar, para mantenerme erguida, viva y activa”, afirmó Olaya.

Hubo que esperar un poco, mientras terminaba con los antibióticos que estaba tomando, para que los bebés a quienes donaría la leche pudieran utilizarla.

“Mi donación no fue tan rápida y necesitó esfuerzo para que la pudieran disfrutar los bebés que sí la necesitaban en aquel entonces. Mantuve mi lactancia hasta una semana después de acabar con los antibióticos. Fue entonces cuando comencé a guardar la leche para el banco”, dijo Olaya Rubio.


Una vez lista, comenzó a guardar el néctar de vida en el banco de leche. Llevó varias neveritas en nombre de Rubén. Sus senos se fueron secando y dejó de donar. Pero ella siguió con la siguiente fase de su proceso sanador.

Antena 3

Olaya lleva adelante una serie de iniciativas en beneficio de muchos niños y madres que lo necesitan: #movimientoRubén, #cadenadelaleche y #donantesconestrella. Esta última motiva a las madres en el cielo, como ella, para que donen la leche que su hijo no pudo recibir a otros recién nacidos.

Es bueno saber que existen seres humanos como Olaya, que sacan lo mejor de sí en momentos de dificultad, y son capaces de salir adelante y ayudar a otras personas. Comparte este noble gesto.

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