Obsesionada por el cambio de imagen se queda ciega tras tatuarse de azul los globos oculares

La obsesión por la apariencia física en la actualidad lleva a muchos jóvenes a no aceptarse tal y como son. Producto del drama que pasa por sus mentes, en ocasiones pueden ser capaces de hacer cosas verdaderamente inauditas, todo con tal de amarse un poco más y ser aceptados en una sociedad de estereotipos.

Es la pesadilla que vivió Amber Luke, de 24 años de edad.

La joven de Costa Central, Nueva Gales del Sur, reconoce que pudo haberse quedado ciega para siempre después de someterse a un doloroso y peligroso procedimiento durante más de 40 minutos para modificar una vez más algo de su aspecto físico.

Amber se quedó sin poder ver durante 3 semanas después de que decidió tatuarse los globos oculares con tinta azul.

La joven de cabello azul ha invertido 26.000 dólares en modificaciones extremas en su cuerpo, como tener la lengua abierta y los lóbulos de las orejas estirados. También se ha sometido a aumento de senos, rellenos de mejillas y labios, e implantes puntiagudos colocados en sus oídos.

Es una «enferma» de los tatuajes, y planeaba hasta marzo de 2020 no tener un solo centímetro de su piel libre de alguno de ellos.

En la actualidad tiene 200 tatuajes desde la cabeza hasta los pies.

Pero para la joven que se hace llamar «Dragón Blanco de Ojos Azules», nada se compara con lo que sufrió al tatuarse de azul los ojos.

«El dolor es indescriptible, solo sentí como que el artista agarró 10 fragmentos de vidrio y los frotó».

«Lo hizo 4 veces en cada ojo, fue bastante brutal. Desafortunadamente, se metió demasiado en mi globo ocular y por eso me quedé ciega», confiesa Amber.

«Mantuve mis ojos abiertos mientras me inyectaban, fue excesivamente doloroso», confesó.

Tras su amarga experiencia está segura de no querer más transformaciones extremas en su cuerpo. Mientras que su madre, Vikki, admitió echarse a llorar cuando vio a su hija con el resultado final.

«‘Ella nunca se vio a sí misma como hermosa, pero yo la apoyo en todo», dijo su madre.

Amber llegó a este punto porque asegura que hasta los 16 años sus fotos revelan a una «adolescente simple y aburrida, odio la forma en que solía lucir, no era yo», reconoce. Hasta que un día descubrió una «salida que liberara toda mi energía negativa», explicó.

Sus más de 130.000 seguidores en Instagram se quedaron en shock cuando publicó una imagen del «antes y el después» tras estos 10 años de transformación.

Reconoce que si bien ahora se ha convertido en quien quiere ser, ha aprendido que todos esos cambios no le transforman como persona, es lo que la sociedad le impone. Pero a pesar de todo, no se arrepiente de nada, ha tenido que enfrentar muchas críticas y asegura que ya nada le afecta.

«No estoy perjudicando a nadie en el proceso, estoy haciendo lo que quiero hacer y si eso me hace levantarme por la mañana y ser una persona feliz, que así sea», concluye.

Y tú, ¿piensas que para afirmar la autoestima y la seguridad en uno mismo es necesario llegar a cambios tan extremos? Comparte esta nota para crear conciencia y recuerda que cada persona es única e irrepetible.

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