«No me arrepiento»- El drama de la humilde joven que luchó para ir a una prestigiosa universidad

Nadie ha dicho que alcanzar un sueño es una tarea fácil, es un camino que hay que recorrer con esfuerzo, dedicación y constancia.

Es cierto que algunas personas cuentan con más recursos que otras y esto de alguna manera puede facilitar ese camino, pero el esfuerzo es una de las claves para lograr las metas.

Katherine Román Meza, una joven de 18 años hija de un taxista, no se dio por vencida hasta ingresar en el primer puesto a la Pontificia Universidad Católica del Perú, en la carrera de Ingeniería Civil.

La motivación de esta joven es servir a su país, ayudar en la construcción de puentes, vías terrestres, y otros proyectos que permitan mejorar la vida de su amado Perú.

La constante en su historia ha sido el esfuerzo.

Esta joven es hija de Tomás Román, taxista de 54 años y Benedicta Meza, ama de casa de también 54 años, quien le preparó la comida favorita a su hija como premio: un delicioso caldo de gallina.

A pesar de ser de una familia humilde e incluso sentirse rechazada por los demás ella jamás se ha rendido, sabe que lo más valioso que puede tener no se compra con dinero y que merece la pena todo el esfuerzo que haga por su preparación.

Katherine tomó el ejemplo de perseverancia y esfuerzo de sus padres y quiso seguir el mismo camino. Ella sabía que para lograr un alto puntaje debía dar todo de sí misma.

Decidió suspender sus salidas, fiestas y hasta su interacción en las redes sociales.

“No me arrepiento y ahora estoy donde siempre he querido estar”, dijo Katherine.

Esta joven estudia casi doce horas diarias en su academia Pitágoras, no quiere bajar la guardia en su preparación y formación profesional.

Sus padres están muy felices y orgullosos por los logros de su hija mayor.

“Es una muy buena hija y un ejemplo a seguir para sus dos hermanos, uno de 14 años y otro de 8 años, a quienes les enseña los fines de semana”, comentó Benedicta.

Entrar a la prestigiosa Pontificia Universidad Católica del Perú no fue la única meta que alcanzó esta joven. El año pasado ingresó en la Universidad del Callao, en Ingeniería Industrial.

Y hace pocos días también la llamaron desde la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), para cursar Física.

“Para avanzar y seguir adelante es necesario rodearse de personas buenas y positivas. Este logro se lo dedico a mi familia y a mis profesores”, dijo Katherine.

Sus planes después de culminar sus estudios es hacer una maestría en España y regresar a su país, donde quiere poner en práctica lo aprendido y ayudar a mejorar la calidad de vida de sus compatriotas.

Desde estas líneas le damos nuestras más sinceras felicitaciones a Katherine, compartiendo su historia. Todo esfuerzo tiene su recompensa ¡Enhorabuena!

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