Si bien es cierto que el embarazo es la muestra más fidedigna del milagro de la vida, también es importante considerar que durante estos 9 meses son muchos los imprevistos y complicaciones que pueden suceder.
Para Becki-Jo Allen, de 23 años, enterarse de que estaba embarazada por segunda vez fue un gran motivo de alegría. Ella y su esposo, Liam Tierney, estaban muy felices con su vida en familia y, tras haber tenido a su pequeña Indiana, decidieron que ya era hora de tener un nuevo bebé. Sin embargo, desde el inicio, este segundo embarazo se diferenció en gran medida del primero.
¿El motivo? Becki-Jo y Liam estaban esperando trillizos.
La futura madre supo de inmediato que sería un embarazo difícil. A las pocas semanas de enterarse de que estaba en estado, Becki-Joe comenzó a sentirse particularmente enferma.
Las náuseas matutinas y el dolor de cabeza eran tan fuertes que ella y su esposo comenzaron a preocuparse.
La pareja era un manojo de nervios cuando acudieron a realizarse los primeros estudios y ecografías. Y, aunque ambos temían lo peor, jamás imaginaron lo que estaban a punto de descubrir.
¡Resulta que Becki-Jo estaba esperando trillizos! La noticia los dejó a ella y a su esposo atónitos, pero al mismo tiempo, muy aliviados.
«¡Fue la sorpresa más grande de mi vida! En mi familia no hay ningún caso de trillizos, así que fue completamente inesperado», recuerda Becki-Jo.
Afortunadamente, con el pasar de los días el malestar de Becki fue cediendo y el embarazo continuó desarrollándose en perfecta normalidad. Pero, en la semana 31 la pareja se vio nuevamente en una situación complicada.
La futura mamá comenzó a sentir contracciones y, aunque los bebés estaban sanos, aún no estaban listos para nacer.
Los doctores le realizaron a Becki-Jo una cesárea de emergencia y fue así como nacieron Roman, Rocco y Rohan. Los 3 bebés llegaron al mundo sin complicaciones médicas, pero su peso no alcanzaba los 1,300 kg.
Los trillizos pasaron sus primeras 6 semanas de vida en cuidados intensivos, hasta que crecieron lo suficiente para partir a casa con su familia.
Una vez que los bebés llegaron a casa, todos en la familia comenzaron a notar algo muy particular: los 3 niños se parecían mucho entre sí, de hecho, era imposible diferenciarlos.
Para sus padres esta también fue una gran sorpresa, puesto que los doctores les habían confirmado que los bebés venían de distintos óvulos, por lo que no existía la posibilidad de que fueran idénticos.
Entonces, la familia decidió realizarle a los pequeños una prueba de ADN para entender por qué ocurría esto.
El resultado de la prueba fue sorprendente: ¡los 3 hermanos venían del mismo óvulo y por eso son idénticos! Esto es algo que ocurre tan poco que los doctores, al principio, no podían ni creerlo.
La explicación más factible de este fenómeno tan extraño es que primero se fecundó un solo óvulo que se dividió en dos y luego uno de ellos se volvió a dividir.
Ciertamente, era sumamente difícil saber cuál de los bebes era Rocco, cuál Rohan y cuál Roman, sin embargo, sus padres aprendieron rápidamente a diferenciarlos. «Para mí solo se ven iguales cuando duermen», explica Becki, «Los 3 tienen personalidades muy distintas».
Los trillizos también comparten las mismas marcas de nacimiento entre las cejas, aunque la de Roman es ligeramente más oscura que la de sus hermanos.
Liam y Becki-Jo querían tener más hijos y, definitivamente, su deseo fue concedido… ¡Aunque no esperaban tenerlos todos al mismo tiempo! Hoy estos padres no podrían estar más orgullosos de su hermosa familia.
Además, estos trillizos tienen la suerte de tener a una hermana mayor muy emocionada con la idea de cuidarlos y mimarlos.
En ocasiones, pasamos mucho tiempo haciendo grandes planes y, luego, ocurre algo completamente inesperado que nos hace entender que lo mejor es lo que pasa ¡Felicidades a esta gran familia!
Qué bella sorpresa se llevaron Becki-Jo y Liam ¡Comparte su historia!