Muere tras caerse 25 veces y ser acusada de hacerlo para llamar la atención de sus cuidadores

Audrey Allan trabajó durante toda su vida como matrona. Gracias a su dedicación consiguió el puesto de Directora en el Área de Maternidad.

Por desgracia, todo se vino abajo cuando comenzó a presentar los primeros síntomas de demencia y tuvo que pasar sus últimos años en un Hogar para Ancianos en donde no le daban toda la atención que merecía.

Audrey trabajó durante más de 40 años en el área de Maternidad.

Desde qué llegó al hogar Audrey comenzó a sufrir una serie de caídas y tropiezos que no hacían más que dejar su salud cada vez más delicada.

Este tipo de incidentes suelen ser tomados con mucha seriedad en cualquier lugar; especialmente si se trata de la salud de los mayores. Sin embargo, el personal aseguró una y otra vez que Audrey lo había hecho para llamar la atención.

Audrey fue ingresada en la residencia de mayores con 80 años de edad.

Se registraron al menos 25 caídas y en ninguna de ellas se realizó protocolo de seguridad para velar por sus heridas y asegurarse de que no volviera a pasar lo mismo.

Por desgracia, esto continuó hasta que un incidente resultó fatal para la salud de la pobre abuela. En marzo del 2016, Audrey fue trasladada al hospital por una caída de gravedad y no logró sobrevivir.

Audrey tenía varias costillas fracturas y sangrado interno.

Su familia se encuentra indignada por el terrible trato que dieron a Audrey. Ella pidió ayuda en varias ocasiones pero lo único que hacían los empleados del lugar era ignorarla.

Lo sucedido fue llevado a las autoridades y ahora la Comisión de Calidad de Cuidados se encuentra investigando para llegar al fondo del asunto. La familia, sin embargo, se encuentra decepcionada porque querían que la policía fuese la encargada de llevar el caso.

“Si no llevan esto a juicio están llevando un mensaje muy equivocado. Hay que velar por el cuidado de los más vulnerables”.

Mientras tanto, uno de los empleados de la residencia de mayores aseguró que no cuentan con los métodos de entrenamiento necesarios para poder cubrir las necesidades de tantos ancianos.

Tampoco cuentan con suficientes trabajadores de modo que casi nunca se realizan los procedimientos de seguridad necesarios. Todos están concentrados en el cuidado de los abuelos.

Todo sucedió en el hogar de cuidados The Grange en Eckington, Derbyshire.

Lamentamos enormemente la partida de Audrey en medio de una situación tan indignante y dolorosa. Después de pasar su vida dedicada a cuidar a los demás, lo mínimo que merecía esta dulce señora era poder recibir un mínimo de respeto y atención por parte de sus cuidadores.

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