Una enfermera termina adoptando a los gemelos que sus padres no querían por su condición

Matthew y Marshall Trepanier los gemelos de tres años tienen el Síndrome de Pfeiffer, lo que ocasiona que tengan deformes sus cabezas, esto causó que sus huesos craneales se fusionaran prematuramente en el útero de su madre.

Linda Trepanier tiene 58 años, es enfermera y madre de 6 niños, vive en Lakeville, Minnesota. Desde hace tres años decidió adoptar a esto gemelos después de que sus padres se consideraran incapaces de cuidar de ellos.

Los Servicios de Protección Infantil sugirieron que solo adoptara a uno de los pequeños para que no tuviera demasiadas complicaciones pero ella se negó, dijo que de ninguna manera pensaba separarlos.

«Cuando vi por primera vez a los gemelos pensé que eran los seres más adorables que había visto«. Declaró. «Tenían las cabezas grandes y sus cuerpos eran diminutos, pesaban 3 kilos, pero sus cuerpos eran normales, como los de cualquier recién nacido, por lo que la mayor parte del peso estaba en sus cabezas».

«Me he enamorado de ellos. Sabía en mi corazón que eran mis niños»

El Síndrome de Pfeiffer es un defecto genético raro en los gemelos, el cual afecta la cara y cráneos de los bebés. Se produce justo cuando las partes del cráneo de fusionan demasiado pronto, lo cual significa que el hueso no es capaz de expandirse a medida que cree el cerebro.

Estos gemelos fueron diagnosticados con Pfeiffer tipo 2, lo cual implica ligeras deformaciones en manos y pies, también tienen articulaciones fibrosas, una frente alta, orejas desplazadas y los ojos saltones.

Esta condición les obliga a recibir una atención adecuada las 24 horas del día, además de que reciben constantemente citas médicas.

Tan solo el los últimos dos años han sido sometidos a tres cirugías para reconstruir el hueso que se fusionó antes de que ellos nacieran y así permitir que sus cerebros tengan el espacio suficiente para que crezcan.

Los gemelos requieren de tubos de respiración para poder sobrevivir, deben usar sillas de ruedas para que puedan moverse y necesitan usar gafas pues su vista es muy deficiente.

Es necesario que Linda les tome la temperatura cada pocas horas pues de esta manera comprueba que no existan infecciones. También debe tener mucho cuidado cuando los acuesta en su cama para dormir pues debe evitar que se arranquen los tubos de respiración.

Estos tubos les ayudan a respirar pero tienen contacto directo con sus pulmones, lo cual significa que un simple virus o resfriado podría matarlos. Así que debe ser muy precavida si quiere llevarlos al aire libre, lleva consigo un tanque de oxígeno en caso de alguna emergencia.

Muchas personas piensan que Linda ha cometido una locura al aceptar una responsabilidad de ese tamaño, en especial por su edad, pero ella dice que su edad no le importa, al ser enfermera es la persona más indicada para brindarles los cuidados que necesitan.

«A la gente le cuesta trabajo entender y dicen: «Esos chicos te van a atar» pero he aprendido a vivir con esa clase de comentarios, ahora me siento privilegiada por haber podido hacer una diferencia real y positiva para las vidas de Matthew y Marshall»

«Desde que era niña quise ser enfermera para poder ayudar a bebés y niños. siempre ha sido mi pasión y una vez que empecé a estar al cuidado y crianza de otros, sentí que era algo para lo que había nacido»

Linda tiene 3 hijos biológicos y otros 3 adoptados, Gegry de 27 años, Patrick de 25, Marlys de 24, Ethan de 5 años, Audrey de 9 años y Shay de diez años. Cuenta además, con el apoyo de otras dos enfermeras registradas para el cuidado de sus 3 hijos pequeños adoptivos y el de los gemelos.

«Sé que es mucho el trabajo pero los gemelos son muy divertidos, son los más felices pequeñitos. Si uno de los gemelos se ríe, el otro se reirá automáticamente también».

«Todo mundo se enamora de ellos una vez que los conocen»

Sin duda, personas como Linda hacen una gran diferencia, te das cuenta de que sí hay seres humanos que nacen para ayudar a otros. Linda es un claro ejemplo de bondad, el gesto que tuvo al cambiar la vida de estos niños abriendo las puertas de su hogar y las de su corazón para ellos no tiene precio.

Comparte esta nota tan inspiradora, ojalá existan más personas dispuestas a ayudar a otros.

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