Lucio, el «albañil» que con su particular método para robar casi deja en quiebra a un banco

Lucio Urtubia, para quienes no lo conozcan, es un hombre nacido en Cascante, Navarra, el 18 de febrero del año 1931, quien tuvo una participación muy importante en el movimiento anárquico del siglo XX, nacido de una familia campesina, asegura siempre haber tenido algo de rebeldía en su sangre, desde muy joven aprendió a moverse para evitar a la policía pues, por los bajos recursos de sus padres, si era atrapado sería encerrado en la cárcel por no poder pagar la multa.

Se conoce que sus primeros encuentros con la ley fueron a una edad temprana, el joven se dedicaba a robar materiales del ejército para luego venderlos en la frontera, motivo por el cual tuvo que huir a Francia en el año 1954, de otra manera acabaría fusilado por la milicia.

Ya después de haber llegado a Francia, empezó a trabajar como albañil pues se encontraba en un país diferente con un idioma del cual no sabía nada, allá empezó a juntarse con las Juventudes Libertarias de la Fédération Anarchiste en un principio para aprender el idioma, pero este grupo fue el que le permitió ponerse en contacto con grandes personajes del mundo libertino y anárquico, sin duda una de las primeras puertas que se le abrieron a este hombre.

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Empezó su jugada con el robo de algunos bancos. Él cuenta que para la época eran de más fácil acceso pues no contaban con tanta seguridad como hoy en día, pero esta no fue su tarea favorita porque temía herir a algún trabajador que sin duda no era su objetivo; para él, el objetivo mayor era el banco en sí y sus dueños, no los pobres trabajadores que solo cumplían con sus tareas.

Pero gracias a las diferentes personalidades que había logrado conocer, empezó su trabajo como falsificador; él asegura nunca haber sido parte de las impresiones de documentos pues no tenía conocimiento de esto, su logro fue convencer a quienes sí conocían del tema para trabajar con ellos.

Así nació su mayor jugada en la historia, este hombre logró robarle al banco First National City Bank alrededor de veinte millones de dólares en cheques viajeros, que son un tipo de cheques que pueden canjearse en gran parte del mundo, ya sea por efectivo o como método de pago.

Alrededor de los años 80 en Bruselas, Lucio con documentos falsos compró una gran suma de dinero en cheques viajeros, que después fueron falsificados y repartidos por toda Europa y parte de América, los cuales eran canjeados por dinero al alrededor del mundo, estos no aparecían en las listas de robados o extraviados porque habían sido comprados por el mismo Lucio.

De esta manera el grupo se consolidó con aproximadamente veinte millones de dólares a través de estos cheques viajeros, que casi dejan en quiebra al banco First National City Bank.

Lucio no se encargó de la imprenta de estos cheques, pero sí de la verificación de su realismo y con las ganancias que habían sacado, lograron ayudar financieramente a otros grupos rebeldes, así como a sus familiares; debido a esto, algunos le dan a Lucio el nombre de Robin Hood.

Pero eso no evitó que Lucio cayera en la cárcel, aunque no por mucho tiempo pues, a pesar de haber sido llevado tras las rejas, el cobro de los cheques se siguió haciendo por los otros participantes del grupo y Lucio se negaba a decir dónde se encontraban las planchas de impresión, por lo que el banco optó por negociar su libertad a cambio de la entrega de las planchas.

El País / Youtube

Además de esto, Lucio comenta que el banco también tuvo que pagarle una suma de dinero de la cual no ha dado un monto exacto, pero ha comentado que iría alrededor de los 40 millones de francos, un equivalente a un poco más de 6 millones de euros.

Hasta el día de hoy, Lucio Urtubia se enorgullece de sus hazañas y las comparte con la sociedad en su casa en París, la cual ha sido y sigue siendo un refugio para libertinos y todo tipo de personas, un lugar donde también ha dado charlas.

Él asegura que todavía ayuda a las personas en el medio, ya sea de manera teórica o práctica con consejos o contactando a unas personas con otras, pero que nunca lo ha dejado pues la gente siempre necesita ayuda.

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