«Lo importante es que sea feliz» – Desde los 2 años su hija le dijo que se sentía como un varón

No hay nada más importante para un padre que la felicidad de un hijo, algo que tienen claro Eva y Juan, los padres de un niño trans que vivieron años de tribulación al ver que uno de sus hijos, quien hoy se llama David, no se identificaba con el cuerpo que tenía.

Eva, la madre, admite que no ha sido un camino fácil, primero con negación, después con aceptación ante algo cada vez más evidente, y ahora con orgullo de poder acompañar a su hijo en este proceso. Al respecto la madre destacó:

“Soy una madre orgullosa que hace tiempo entendió que David vino a completar el puzzle de nuestra vida”.

David fue adoptado cuando solo tenía nueve meses de edad, desde muy pequeño dejó claro que no se sentía como niña, no le gustaba que la peinaran con coletas o cintillos.

“Mami, a mí no me pongas ni coleta ni trabitas que yo soy un chico”.  En otra ocasión le dijo: – “Ves mamá yo tengo un órgano masculino pequeñito, está ahí dentro y me va a crecer”, les comentó el niño cuando solo tenía dos años.

Si bien Eva no le hacía mucho caso a este tipo de comentarios, el tiempo fue pasando y veía como su hijo, quien era una niña para entonces, no era feliz.

En vista de ello, decidió informarse sobre la transexualidad en la infancia fuera de Canarias y aceptaron que la transición era lo mejor su hijo.

Los padres admiten que el problema lo tenían ellos por los prejuicios y falta de información.

La madre asegura que David les ha dado una gran lección sobre la diversidad, sin importar lo que digan los demás ellos siempre estarán dispuestos a proteger y defender a su hijo.

Para Eva, la adopción siempre fue una opción, pero nunca le importó el género porque le daba igual. Al respecto agregó:

“Me da igual que David sea chico o chica, lo único importante es que sea feliz”.

Al principio Eva y Juan desconocían que otros niños hubieran pasado por lo mismo en Canarias, a parte, debían lidiar con las constantes críticas de amigos y una comunidad que alegaban que la adopción les había quedado grande.

Tras dos años y medio de lucha todo cambió para David, hoy es un niño feliz que desde el amor y el respeto comparte su experiencia con todas aquellas familias que están pasando por una situación similar. En el 2016 fundó la asociación Chrysallis Canarias.

David ama los vídeos, sueña con ser Youtuber.

El mayor deseo de Eva y su esposo es que la sociedad avance y comprenda que el cuerpo es diverso y no hay una sola manera de vivir y de ser mujer y hombre. Piden al gobierno español leyes que protejan a todas las personas trans, alegando que son seres que existen y vinieron para quedarse.

Sin duda, el mundo cambia y la manera de contemplar las cosas también. No te vayas sin compartir esta historia en tus redes y déjanos saber tu opinión.

Te recomendamos