Abandona la escuela a los 16 años y gana 1,2 millones de dólares anuales con su negocio

La generación de los millenials ha sido ampliamente clasificada como consumista y poco productiva. Sin embargo, una joven de 20 años está rompiendo este paradigma al ganar más de  1.290 millones de dólares con un lucrativo negocio que fundó a los 16 años.

Liv Conlon, una joven Bothwell, Glasgow en Escocia, está celebrando el segundo aniversario de su empresa y lo hizo de la mejor manera: con más de 1,2 millones de dólares en ganancias.Esta joven millenials decidió abandonar la escuela a los 16 años, cuando cursaba su último año. Los profesores y algunos familiares trataron de persuadirla para que continuara sus estudios y fuera a alguna universidad. Sin embargo, la joven siguió su corazón y abandonó los estudios para fundar su negocio de diseño de interiores.

“Desde muy joven siempre he sabido que quería tener mi propio negocio porque no tomo muy bien la indicaciones de los demás. Cuando estaba en la escuela siempre quise irme, nunca quise estar allí. Solo quería estar a cargo de mi propia vida”, dijo Liv.

La joven escocesa sufrió de acoso escolar. Sin embargo, para ella esa experiencia fue de gran ayuda pues pudo fortalecer aún más su confianza. Además, esta joven parece haber nacido para los negocios.

Con sólo 13 años, Liv ya habían incursionado en el mercado al importar una serie de productos de China y venderlos en línea. Durante su experiencia en ese primer negocio, la joven logró recaudar unos  6.450 dólares.

“La escuela me hizo más decidida. Todo aquel que haya dudado de mi capacidad o talento o me haya desafiado, puso un fuego en mi estómago para continuar y ser mejor», comentó Liv Conlon.

«The Property Stagers» es la compañía que Liv fundó y con la cual incursionó en el mercado de la decoración de interiores. La idea surgió en el momento en que su madre intentó vender una propiedad pero tuvo algunas complicaciones con los agentes de bienes raíces.

Durante tres meses la propiedad estuvo disponible para la venta pero no localizaron ningún comprador y los honorarios de un agente de bienes raíces superaban su presupuesto.

Ante la problemática, la joven de 16 años decidió decorar el lugar con algunos muebles y accesorios. Gracias a los toques dados por Liv la casa se vendió en sólo tres días, a un precio mayor al estipulado. Y como si fuera poco, los compradores decidieron cancelar un extra para poder conservar los muebles y el decorado realizado por la joven.

Este fue el impulso que Liv necesitaba para decidir abandonar la escuela e incursionar en el mercado laboral. Sin embargo, la idea les pareció descabellada a sus profesores quienes conocían que la joven era una alumna destacada.

En el momento de informar su decisión, la chica era la mejor alumna de su clase con más de cinco notas sobresalientes, literalmente podría ir a la universidad que deseara.

“Tomar la decisión fue algo muy aterrador. Realmente podría haber ido a estudiar lo que quisiera en la universidad, así que cuando solicité salir de la escuela antes de mi último año, me llamaron a la oficina de carreras y me sentaron y me dijeron «¿estás loca?, ¿estás saliendo de la escuela cuando tienes la oportunidad de hacer lo que quieras?”, comentó Liv Conlon.

Ante todo panorama, Liv siguió con su idea y en el primer año la joven ganó más de 38.000 dólares. Ahora, su ingreso ha aumentado a más de un millón de dólares, ha contratado a 10 empleados más que la ayudan en el negocio, incluyendo a su madre Ali, 52 años, y su hermano Jack, de 22 años.

Esta joven empresaria decoró más de 300 propiedades en el último año y ahora está lista para mudarse a su propio apartamento.

El principio fue bastante difícil para la joven, quien incursionó en un mercado enteramente dominado por hombres sin tener ningún tipo de capital. La joven fue atrayendo a sus primeros clientes a través de las redes sociales y eventos gratuitos.

Su enfoque fue hacerle comprender a las personas que podían agregarle valor a sus propiedades con unas simples remodelaciones.

Aunque su negocio se encuentra en alza, Liv reconoce que no todo es tan sencillo como pareciera.

Quizás ella tenga más preocupaciones que cualquier otra persona de su edad, pues ser la jefa también significa que otras personas dependen de ella y de su desempeño. La joven trabaja 8 horas al día y seis o siete días a la semana, esa ha sido su norma.

Para este 2019 Liv Conlon planea aumentar la facturación y convertir su negocio en una franquicia. Mientras que a nivel personal, la joven pretende servir de inspiración a otros jóvenes talentosos para que como ella no tengan miedo de ir detrás de sus sueños.

De igual forma, desea educar a los padres y a las escuelas para que entiendan que hay otras opciones de superación para sus hijos. Quizás una visión menos tradicional pero que ha funcionado para esta millenials, quien a pesar de haber abandonado su escuela no dejó de formarse en lo vinculado a su negocio.

Que el éxito de Liv Conlon sea un impulso para todo aquel que desea emprender. Comparte esta nota y ayuda a otros a encontrar la inspiración necesaria para avanzar en sus metas.

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