Le hacen una fiesta sorpresa a una profesora embarazada sin imaginar que le darían el último adiós

A estas alturas de la pandemia por el COVID-19 nadie puede excusarse en el desconocimiento de las medidas sanitarias, especialmente cuando muchas personas asintomáticas ponen letalmente en riesgo la vida de muchos. Y una mujer en Brasil, de avanzado embarazo, llevó la peor parte.

Camila Graciano era una joven mujer de 31 años que trabajaba como maestra y vivía en Anápolis, estaba muy feliz con su embarazo de ocho meses. La familia hacía planes con la pronta llegada del nuevo miembro y solo contaban los días para tenerlo entre ellos.

En plena pandemia, estaba consciente de que su estado de gravidez representaba una condición de riesgo y siempre cuidó mucho todo lo relacionado con el cumplimiento de las medidas de prevención de contagios. Pero sus compañeros de trabajo y algunas amigas querían hacerle un baby shower sorpresa por la pronta llegada de su bebé.

Todas las personas que asistieron creían que estaban sanas, pero no contaban que una de ellas portaba el virus y era totalmente asintomática. Cuando la afectada lo supo les informó a todos los que tuvieron relacionados con la fiesta para tomarán las previsiones.

“Desafortunadamente, mi hermana fue una de las personas que se infectaron”, informó Daniel Hélio Ambrósio, hermano de Camila.

Tres días después de la reunión Camila empezó a sentirse mal y fue llevada al hospital para que la atendieran, pero se convirtió en toda una odisea. No había camas disponibles en los hospitales todos estaban saturados de personas por el coronavirus.

Finalmente, el 19 de agosto encontraron una maternidad destinada para atender a pacientes con COVID-19. Los profesionales de la medicina se dieron cuenta de la urgencia del caso y tomaron la decisión de inducir el parto para salvaguardar la vida del niño que tenía en su vientre.

Los médicos del hospital Santa Casa realizaron una cesárea de emergencia. El bebé nació prematuro pero sano, pronto se estabilizó y su sistema respiratorio comenzó a recuperarse. La madre mostró leves signos de mejoría que no duraron por mucho tiempo.

“Después del nacimiento, mi hermana mostró una mejora significativa, los médicos incluso nos enviaron un mensaje que decía: ‘Escuchen, tengan fe, porque sus pulmones están mejorando, los latidos del corazón están mejorando (y) su presión arterial está mejorando», expresó el entristecido hermano.

El sistema inmunológico de Camila estaba debilitado por el reciente contagio por coronavirus, y para colmo la debilitada mujer presentaba antecedentes de diabetes, hipertensión y obesidad. Y a pesar de que los médicos hicieron todo lo que pudieron, fue declarada muerta el pasado 22 de agosto.

La familia está pasando el peor de los momentos, pero la pequeña hijita de Camila los ayuda a soportar el dolor de tan lamentable pérdida.

¡Vuela alto! ¡Hubieses sido una gran madre!

Todos debemos crear consciencia sobre las medidas de seguridad que debemos adaptar en nuestra vida para protegernos del coronavirus y proteger a los demás. No hay que subestimar el peligro, para esta familia es demasiado tarde. Comparte este caso.

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