Sus piernas duplicaron su tamaño y cada 3 años debe someterse a una operación

Karina Rodini es una joven de 28 años que tiene una condición genética que causó que sus piernas duplicaran su tamaño, padece neurofibromatosis, una afección que produce dificultades respiratorias, visuales y de movilidad.

La joven de Brasil se enfrenta cada día a las dificultades de su enfermedad, y perdió su trabajo por los síntomas. El primer indicio que tuvo antes de ser diagnosticada fue la aparición de manchas en su piel, sus piernas se fueron inflamando hasta alcanzar el doble de su tamaño por la formación de tumores.

Hasta el momento ha sido sometida a siete procedimientos quirúrgicos, pero debe operarse cada tres meses.

La enfermedad que padece Karina no tiene cura, hay tres tipos de neurofibromatosis, generalmente causa la formación de tumores que suelen ser benignos en el tejido nervioso.

Karina padece neurofibromatosis de tipo uno, le ha causado la aparición de manchas en el cutis de color marrón claro, pecas en el área de las axilas y la ingle, problemas en la visión, dificultades de aprendizaje, protuberancias en la piel, deformidades óseas.

La joven ha sido tratada en la Clínica Mayo de Minnesota, explicó que durante los primeros años en los que presentó los síntomas no había nada que pudiera hacer para cambiar la pigmentación de su piel.

Inicialmente solo sufría por la aparición de las manchas, pero nueve años después aparecieron los tumores, cuando cumplió 12 años la sometieron a una operación para quitarle un tumor de nueve kilos que creció en el interior de su útero.

“Cada dos a tres años realizan una cirugía reconstructiva donde los médicos me quitan aproximadamente un kilo de tejidos”, relató Karina, que además explicó que no pueden extirparle más tejido ni operarla con más frecuencia debido a la cantidad de sangre que pierde durante la intervención.

La madre de Karina, de 58 años, renunció a su empleo para dedicarse a cuidar a su hija. “Es muy difícil ver cómo la enfermedad ha consumido a mi hija todos estos años”, dijo la madre.

Para Karina no ha sido nada fácil lidiar con los cambios que ha producido la neurofibromatosis en su cuerpo y los dolorosos síntomas, asegura que su enfermedad ha afectado sus relaciones personales y que la obligó a abandonar su trabajo.

Hasta el momento no ha encontrado un tratamiento médico eficaz, está buscando alternativas en el exterior mientras recauda fondos para pagar los costos.

En su perfil de Instagram, Karina comparte publicaciones con más de tres mil seguidores acerca de su vida diaria y su lucha contra la enfermedad genética que padece. Comparte su inspirador testimonio.

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