Alfonso de Nigris Guajardo, mejor conocido en el medio artístico como “Poncho de Nigris”, es el hombre que ha decidido sacarle provecho a su «raza», y ha hecho arder las redes sociales con sus recientes declaraciones. El actor, presentador, empresario e influencer mexicano ha dado a conocer la decisión de poner en venta dos embriones con su ADN.
A causa de que la reproducción asistida se ha ido convirtiendo en un negocio rentable, algunas personas están queriendo sacar su buena tajada. Tal es el caso de Poncho de Nigris, quien sin reparo comercializa sus embriones asegurando que poseen un elevado costo, debido a la calidad de los mismos.
Hombre vende embriones con su ADN en 2 millones de dólares, asegura que la calidad del «producto» es garantizada
El hombre asegura contar con el apoyo de su esposa Marcela Mistral, con quien tiene cuatro hijos: Isabella, Antonio, Alfonso e Ivana. La pareja consideró vender los embriones tras tomar la decisión de no tener más hijos.
Pero, ¿Por qué ésta pareja tiene embriones congelados? La razón fue dada a conocer por el propio actor, quien manifestó que debido a la batalla para lograr tener a sus últimos dos hijos, la pareja congeló embriones, fecundados con sus propios gametos, que reservarían en caso de querer tener más descendencia.
Sin embargo, Marcela Mistral y su esposo han decidido no extender la familia, por lo que los embriones perdieron interés afectivo y cobraron interés económico. Esto, aunque parezca broma, no lo es, el influencer ha dejado claro que es una oferta seria.
El exintegrante del Reality Show ¿Quién es la máscara?, dijo a TV Notas que los embriones siguen estando bajo resguardo, y aprovechó la oportunidad para hacer publicidad de ellos:
“Los embriones son la evolución de la raza humana; para los que no pueden tener hijos, les pudieran servir los míos. No están baratos, son años para mejorar la raza humana y no estaría bien que los regaláramos”, mencionó Poncho de Nigris.
Del mismo modo, el actor especificó que los embriones congelados son de niña y que cuentan con muy buena calidad:
“Ya está el embrión fecundado y aparte con la calidad y la seguridad de que todo va a estar bien genéticamente, porque se hacen estudios genéticos previos”.
Poncho de Nigris también señaló que la garantía no es sólo de tipo médico, sino que sus embriones poseen su “percha”, es decir su buena apariencia física. Los seguidores del empresario saben que él suele hacer gala de su belleza, ya que en sus redes sociales constantemente muestra sus atributos.
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La oferta del actor desató una avalancha de cometarios a través de los medios digitales: “¿Embriones? Uy qué espeluznante”. “Todo es creatividad, negocios son negocios”. “La parte física es sólo un factor y qué de su alma”. “Dios nos salve de mejorar la raza a través de sus genes”. “Ubíquese, hay mejores ejemplares para mejorar la especie”, reseñaron los internautas.
A la mayoría de los usuarios de las redes sociales les pareció de mal gusto la propuesta de Poncho de Nigris, sin embargo el negocio parece seguir en pie.
El empresario se mantiene firme en su decisión, incluso ha señalado que los embriones pudieran ser un tipo de garantía económica para su familia en dado caso que él llegase a fallecer.
Por lo cual, la esposa del actor podría vender los embriones y el dinero recaudado sería para ella y sus hijos. Además, el presentador ha dicho que está abierto a recibir propuestas, incluso estaría dispuesto a vender los dos embriones juntos, si es que desean gemelas.
Las declaraciones del influencer han traído a colación el tema de la fecundación in vitro, la cual es una industria en expansión. Los nuevos estudios y avances científicos hacen más fácil el proceso de crear embriones en los laboratorios.
En la actualidad muchas parejas que habían perdido la esperanza de tener hijos, vuelven a creer en ello gracias a la fecundación in vitro. Sin embargo, estos procedimientos no son nada baratos, cada ciclo puede costar entre US$ 12.000 y US$ 17.000, según Faith Karimi, periodista de CNN en español.
Marcela Mistral y Poncho de Nigris deberán esperar que alguna pareja adinerada se interese en sus embriones, mientras tanto seguirán congelados y a buen resguardo.