El hombre que «robó» todos los días durante 34 años las monedas de la Fontana di Trevi

La Fontana di Trevi es uno de los monumentos más emblemáticos de Italia y del mundo. La extendida fama de la fuente lleva a un mar de turistas que la visita cada año con el fin de lanzar monedas de espaldas, pidiendo un deseo.

Una leyenda tradicional sostiene que los visitantes que arrojan una moneda a la fuente aseguran su regreso a Roma, pero además en la actualidad, se cree que las personas que arrojan dos monedas tendrán un nuevo romance, y tres aseguran un matrimonio o un divorcio.

Tan fuerte es la tradición que la constante afluencia de turistas conlleva la suma de aproximadamente 3.000 euros diarios que se arrojan a la fuente. ¡Es una cantidad considerable!

Pero nadie había caído en cuenta de ello, hasta que el romano Roberto Cercelletta decidió aprovecharse de la gran fortuna que dejaban los turistas y durante 34 años acudió rigurosamente a la fuente para adueñarse del «apetitoso botín».

La policía romana declaró que el hombre levantaba 6 veces por semana todas las monedas que podía, alrededor de 850 euros en 15 minutos era lo que el astuto Cercelletta conseguía.

El hombre era conocido por todos en el lugar, y a pesar de que la justicia conocía de sus fechorías nunca lo detuvieron porque en ese entonces «no cometía ningún delito».

Turistas y pobladores veían cómo el hombre, que tenía problemas mentales, a temprana hora de la mañana se sumergía en las aguas de la fuente para su consabido plan, las barría, las juntaba y con un imán se hacía con la fortuna.

Pero en 1999, su suerte cambió por completo. Una nueva ley impuso una multa para todos  quienes revisaran los monumentos en un afán de proteger el patrimonio histórico; fue entonces cuando Cercelletta tuvo que empezar a pagar las multas correspondientes, pero no se iba a quedar de brazos cruzados.

Y en un arrebato de locura, se hizo cortes en la panza en señal de protesta.

Tuvo que enfrentarse a la justicia en 2002 y argumentó que en realidad «no recogía tanto como todos pensaban», y que además «lo compartía con los más indigentes».

“No tendré derecho a hacerlo, pero lo hago desde hace 34 años”, alegando que le parecía indignante que la ley lo obligara a romper su tradición.

Sus declaraciones causaron una intensa polémica y muchos italianos estaban en contra de que no se lo detuviera, ya que en principio todo lo recaudado de la Fontana Di Trevi debía estar destinado a organizaciones benéficas.

Tras la presión de los ciudadanos, estuvo en prisión por poco tiempo y en 2011 volvió a aparecer en escena yendo de nuevo a la fuente donde se hizo nuevos cortes en la panza.

 Cercelletta falleció en 2013 dejando la gran incógnita de qué se haría con el dinero de la fuente

Al cabo de los años, en marzo de este año se realizó una puja por los casi 1.400.000 euros que se recogen en la Fontana di Trevi y que actualmente van a Cáritas de Roma.

La alcaldesa Virginia Raggi, por su parte, quiso cambiar el destino del dinero para el Ayuntamiento de la ciudad, pero no se libró de las críticas y tuvo que desistir de su ambiciosa idea.

Finalmente, en un comunicado del pasado 3 de abril, se declaró que las monedas de la Fontana di Trevi serían condedidas a Cáritas de Roma para destinarlas a iniciativas de solidaridad y asistencia de las personas más frágiles, en un plazo hasta el 31 de diciembre de 2018.

Pero sin duda, muchos se preguntan si surgirá un nuevo Cerceletta que se quiera aprovechar de la fortuna en la clandestinidad…

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