Graba con horror a una mujer haciéndose «un tratamiento de belleza» en su cabeza en el autobús

Recientemente se hizo viral el vídeo grabado por el pasajero de un autobús en Colombia en el que se aprecia cómo una mujer se tiñe el cabello durante el recorrido.

En el grupo de Facebook llamado “Confesiones Transmilenio”, se difundieron las escenas con esta descripción: “Por favor anónimo, aquí casual aplicándome la tintura en el M51”.

La grabación rápidamente fue difundida por diversos de comunicación generando el comentario de miles de personas que se mostraban sorprendidas por la hazaña de la atrevida pasajera.

Se puede apreciar cómo la mujer se aplica un tinte en el cabello mientras se traslada a su destino en un autobús del transporte público de Colombia abarrotado de gente.

Para ella, el espacio del vehículo se había convertido en un salón de belleza en el que podía aplicar sus tratamientos sin ninguna complicación.

La mayoría de las personas condenó su comportamiento alegando que sometió al resto de los pasajeros a incomodidades que incluso podrían poner su salud en riesgo solo por cumplir su objetivo.

Los tintes para el cabello son productos tóxicos, la mayoría contiene amoníaco, una sustancia que expide un intenso olor contraproducente para personas diagnosticadas con asma u otras afecciones del sistema respiratorio.

Incluso, para cualquier persona no es recomendable exponerse al olor del amoníaco por tiempo prolongado. También, el contacto con este producto puede generar reacciones alérgicas.

Algunos especularon con hipótesis acerca de la mujer que tenía tanta urgencia por teñir su cabello que no le importó hacerlo en un transporte público catalogándola como delincuente.

Plantearon con humor que quizás necesitaba transformar su apariencia para evitar ser reconocida por las autoridades.

Otros dijeron que el precio del uso del transporte público en Colombia es tan caro que los pasajeros optan por rentabilizar al máximo los viajes.

Pero en el acalorado debate que surgió sobre la conducta de la pasajera que convirtió el autobús en una peluquería, también hubo quienes la defendieron.

Un grupo de personas resaltaron la habilidad de la mujer para optimizar su tiempo y sus recursos, al no poder pagar el servicio de los estilistas que trabajan en salones de belleza.

Alegan que el uso de los salones de belleza podría ser pronto un privilegio para pocos, para aquellos que además de dinero tienen tiempo libre.

Tras la difusión del vídeo surgió el planteamiento de dónde empieza y termina la libertad personal en los espacios públicos.

No es la primera vez que sale a la luz un hecho similar, también se ha visto a algún conductor limando sus uñas, a un pasajero llevando su propia silla plástica para sentarse, entre otras acciones.

Hace tres años se hizo viral el vídeo de una pasajera que tenía incontables piojos en su cabello y viajaba en el autobús exponiendo al resto de las personas a ser contagiadas.

El vídeo sigue dando mucho de qué hablar, no te vayas sin compartirlo y participar en el debate comentando tu opinión.

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