Atienden al humilde hombre que acudió al restaurante con 50 céntimos con la esperanza de comer

Muchas veces nos podemos encontrar con personas que pasan penurias y graves necesidades en su vida. Y aunque siempre quisiéramos ayudar a todo el que se nos cruce por el camino, no siempre es posible hacerlo.

En ocasiones, pasamos de largo, pensando en que otra persona acudirá en su ayuda. Especialmente cuando se trata de personas sin hogar o vagabundos, con los que no sabemos a ciencia cierta si el dinero que les damos, realmente será destinado a un buen uso. Siempre nos queda la duda, si no lo usarán para vicios, o quizás no.

Pero eso no fue lo que se cruzó por la mente de Matthew Resendez, un empleado de un local de Burger King, en Arizona, cuando un vagabundo se le acercó para hacerle la pregunta que jamás esperó.

Matthew se encontraba en su turno de la noche cuand el hombre sin hogar entró al establecimiento. Y sin más se le acercó al mostrador para preguntarle:

¿Qué puedo comer con 50 céntimos?

El joven atónito pudo haberle respondido con la verdad. Absolutamente nada es lo que el hambriento hombre podía adquirir con esa absurda cantidad. Pero Matthew supo que no podía dejar al pobre hombre así, muerto de hambre, y con el corazón en pedazos por la desilusión de no tener dinero suficiente para matar el hambre.

En su lugar, Matthew buscó el menú más abundante que tenían y lo pagó con su propio dinero.

Tras el admirable gesto del joven, una cliente se dio cuenta de la gran obra del día que había protagnizado el ejemplar empleado que se merecía todos los reconocimientos. Así que sin dudarlo, decidió pagar toda la cuenta y además darle una propina de 100 dólares.

La madre de Matthew, Michelle Resendez, tras conocer todo lo ocurrido, no pudo dejar de expresar sus sentimientos en su cuenta de Facebook en un mensaje que conmovió a miles de personas en las redes:

“¡Momentos de una madre orgullosa! Una mujer vio el acto de bondad de mi hijo. Y no solo escribió a la compañía para explicarles el trabajador tan bondadoso que tenían trabajando con ellos, sino que también recompensó a mi hijo con una generosa propina. Estoy muy orgullosa de ser su madre y me pude sentir parte de esta historia en la medida en la que yo misma he ayudado a educar a este joven con un corazón de oro.

Posiblemente si hubiera sido otro empleado quizás hubiera pedido a este hombre que se marchara del restaurante sin nada que comer, pero Matthew no es de esa clase de personas. Es un joven muy excepcional que quiere cambiar la forma en que se cuida a las personas pobres y sin hogar y fue recompensado por ello”, escribió la madre.

Esto es lo que comúnmente llamaríamos karman instantáneo, pero del bueno. Qué grandioso que las buenas acciones sean recompensadas y de qué manera.

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