Cuando se trata de vengarse de un ex infiel, cada mujer tiene su manera de hacerlo, desde las más extremas hasta las formas más sencillas pero significativas. Como lo hizo una mujer en Inglaterra que puso bajo sus pies, la colección más preciada, del hombre que fue su esposo por muchos años.
Sonia Barton es una mujer de 47 años y madre de tres hijos que vive en Belper, Derbyshire, Inglaterra. Estaba felizmente casada, y se dedicaba a la animación de actividades infantiles, le encantaba todo lo que era colorido y divertido.
Lo que no se imaginaba era que su historia de amor perfecta no era tal, y descubrió que su amadísimo esposo la estaba engañando. Así que, tomó la decisión de terminar legalmente con su relación y seguir adelante con su vida.
Vivió en la misma casa durante trece años y siempre quiso darle un cambio total a su cocina, pero siempre su esposo le ponía alguna traba.
“Me encanta el bricolaje y me encanta el color. Originalmente quería hacer discos en el suelo cuando me casé, pero a mi esposo en ese momento no le gustó la idea, así que tan pronto como nos separamos, decidí hacerlo. Ha sido un trabajo de amor para mí. Lo empecé hace más de un año y pasé tardes y fines de semana trabajando en ello”, explicó Sonia.
Ahora que estaba divorciada, nada se lo impedía y decidió que era el momento indicado para darle una imagen totalmente fresca y distinta, más parecida a su estilo.
Lo primero que hizo fue cambiar todo el suelo, y qué mejor para ello que vengarse un poco de quien fue su marido, utilizando su preciada colección de discos de vinilo para ponerlos como parte del nuevo revestimiento del suelo. ¡Vaya venganza la de Sonia!
Se demoró casi un año en su remodelación, ya que debía seguir usando la cocina. No solo usó los discos, sino también diversos materiales vistosos, raros y muy coloridos, como más de 5.000 diminutas flores, y cubrió el suelo con resinas epoxi.
Pero, el área donde estaban los discos era especial, le recordaba que estaba en una etapa de evolución y avance, sin duda tenía un significado muy especial para ella.
“Algunos de los discos son de mi ex marido. Me divierte, me hace reír cada vez que entro en la cocina y los veo. Cada sección está rodeada de pequeños mosaicos porque no quería hacerlo todo de una vez para poder seguir usando mi cocina”, aseguró la divertida mujer.
Sonia está muy orgullosa de su obra, y cuando llega alguna visita a casa, lo primero que hace es mostrarle su tan preciado trofeo. Las personas que la conocen bien están convencidas de que la nueva decoración se ajusta más a su personalidad.
Quien no parece estar muy feliz con tal destello de creatividad es el antiguo esposo. No debe ser nada agradable ver debajo de sus pies, sus valorados ejemplares de Dire Straits, Jets Yazz, Hands Up, Showaddywaddy y Paper Lace.
El resultado es sorprendente
Para Sonia, la brillante idea le ahorró unas cuantas visitas a terapia. Ahora se le ve tranquila y totalmente recuperada de la dolorosa ruptura.
Ahora es muy feliz
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