Un doctor va a casa de su humilde paciente de 83 años para cocinarle y pintar sus uñas

Las personas que eligen ser médicos deben poseer una gran vocación y don de servicio. Requieren ciertas cualidades humanas y de comportamiento para lograr empatizar con sus pacientes comprometiéndose a salvar su vida pese a los sacrificios que implica.

Tal es el caso de un joven médico en Nuevo León, que no escatima en ayudar a sus pacientes más allá de lo estrictamente profesional.

Esau Daniel Diaz de Coahuila, México

Esaú Daniel Díaz es un joven de 25 años de edad, oriundo de la ciudad de Torreón en el estado de Coahuila en México; y acaba de egresar de la facultad de medicina.

Como todo graduado, debe realizar su servicio social, le tocó hacerlo en un centro de salud del estado de Nuevo León.

Allí conoció a Reina, una ancianita de 83 años quien quedó viuda y vive sola a casi dos kilómetros del lugar donde queda el centro de salud.

La solitaria mujer tiene problemas de la vista y presenta dificultades motrices para caminar.

Cuando semanalmente debe asistir a su consulta, lo hace con la ayuda de una andadera, pero la distancia es tan grande que llega exhausta.

“Le ofrecí un vaso con agua en cuanto llegó al consultorio y mientras platicábamos sobre su salud, me llamó la atención que tenía sus uñitas pintadas“, comentó el médico.

Sintió una mezcla de cariño y compasión con la adulta mayor porque notó que el esmalte estaba corrido en todas las uñas.

“Ahí como pude me puse guapa”, le comentó la coqueta ancianita.

El Doctor Díaz al conocer la realidad de vida de la ancianita, decidió apoyarla porque está convencido de que su compromiso como médico debe ir mas allá de las paredes de un frío consultorio.

Desde entonces, va todos los días a la casa de de Reina para auscultarla, y así evita que ella tenga que caminar el largo trayecto a su consultorio.

La octogenaria apenas tenía dos dientes y estaba muy baja de peso, pesaba solo con 28 kilos.

“Adicional a mi labor como médico, ¿qué puedo hacer por ella?”, se cuestionó Esaú.

Decidió prepararle una sopa con tortillas calientitas, y le pintó las uñas mientras conversaba con ella.

Se sentía feliz con la noble labor que estaba realizando.

“Me contó de sus nietos, de sus sobrinos, de su esposo que falleció hace un tiempo (…) la verdad ella estaba encantada con la sorpresa y yo me sentía lleno”, dijo el joven.

Díaz grabó en un vídeo la experiencia vivida con la dulce anciana y lo subió a sus redes sociales. De inmediato se viralizó logrando diez mil me gusta y más de 200 comentarios. Aunque la mayoría aplaudió el noble gesto, unos pocos lo criticaron.

Mamáaaaa salí en la tele!!! Un poco de la entrevista de esta mañana. Infinitamente agradecido, hagamos eco y recordemos que la juventud es temporal ????????Quienes hablan mal de ti, probablemente es porque no tienen nada bueno que decir de ellos mismos. #AdultoMayor #SopitaAguada #YoSoyUnaReina ? ??

Publiée par Esaú Daniel D Vitela sur Vendredi 30 août 2019

Mas allá de la diatriba generada, es admirable la acción de ese joven médico que fue capaz de regalarle un rato de compañía y ayuda a la solitaria abuelita.

Comparte esta hermosa acción con todos tus amigos, y valora y cuida a todos los adultos mayores.

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