La madre de gemelos con Síndrome de Down termina arrepentida tras decidir darlos en adopción

Cuando Julie McConnel conoció a Dan, su futuro esposo, ella ya tenía tres hijos de un matrimonio anterior: Gabrielle, de 22, Carson, de 17, y Hailey, de 15.

Dan, por su parte, nunca había tenido hijos propios, de modo que cuando la pareja se casó en 2010, decidieron que querían tener uno juntos. Pero incluso después de tener a Andy, sabían que uno no era suficiente y pensaron que lo mejor sería darle una hermanita.

Pero para ese entonces, Julie ya tenía 45 años; y Dan, 46, lo que significaba que irremediablemente las cosas no podían salir como lo habían planeado.

La pareja de Nampa, Idaho, en Estados Unidos recibieron la feliz noticia de que esperarían su segundo hijo juntos, y el que sería el quinto de Julie.

Para ese momento, Andy tenía 3 años, y se quedaron totalmente impactados al enterarse de que en lugar de una hermanita, le darían al pequeño hermanos gemelos.

Debido a la edad avanzada de Julie, sabía que las probabilidades de tener un hijo con síndrome de Down aumentan a 1 entre cada 100, por lo que la pareja decidió que se sometería a todos los controles necesarios.

Cuando estaba en la semana 11 de embarazo, les dieron la aterradora noticia que tanto temían: existía el 99% de posibilidades de que los pequeños tuvieran Síndrome de Down. Pero no sabían a ciencia cierta si era sólo uno o ambos. Así que en la semana 15 Julie se quiso someter a un examen invasivo, en el que traspasan por el abdomen con una aguja y toman una muestra de ADN del saco amniótico.

«El procedimiento fue estresante y el ultrasonido ya mostraba varios problemas, incluyendo manchas en el corazón y acumulación de líquido adicional, por lo que no nos sorprendió tanto cuando recibimos la noticia dos semanas después de que ambos niños tenían síndrome de Down», dijo Julie.

«Aún así, fue un día terrible y los meses posteriores fueron el momento más estresante y agonizante de nuestras vidas».

La pareja estaba devastada y Julie sintió que a sus 45 años no se sentía en capacidad de criar 2 niños de condición especial.

Y aunque fue muy duro, pensaron que lo mejor sería empezar el proceso de darlos en adopción a una familia a través de la Red Nacional de Adopción de Síndrome de Down.

“Queríamos hacer las gestiones nosotros mismos, por lo que contactamos con la asociación local de síndrome de Down y encontramos una familia”, contó Julie.

Pero de repente se encontraron dilatando la firma definitiva de los papeles de adopción, hasta que un día asistieron a un picnic con familias que empezaron a compartir sus experiencias, y no entendieron cómo pero de pronto vieron la luz al final del túnel.

Se dieron cuenta que todo ese tiempo se habían estando dejando llevar por la cobardía y permitiendo que «el miedo se interpusiera en el camino de hacer crecer su familia».

En el tercer trimestre del embarazo, tomaron la valiente decisión de quedarse con sus hijos.

“Amas a tus hijos sin importar qué. Cuando finalmente decidimos que no íbamos a dejar que nuestro miedo se interpusiera en nuestro camino, fue fácil tomar nuestra decisión”, dijo Julie.

Milo y Charlie nacieron sanos y felices, y ahora Julie y Dan no pueden imaginar sus vidas sin sus pequeños.

“Mi corazón se salió de mi pecho cuando los vi. Estaba tan enamorada. Es difícil imaginar la vida sin ellos, pero creo que los extrañaría todos los días si hubiéramos decidido no quedárnoslos”.

Es verdaderamente emocionante lo que un cromosoma extra puede hacer en la vida de una pareja de una familia entera.

Nadie dijo que sería fácil, sin embargo el derroche de amor de estos pequeño será la mejor recompensa de por vida. La familia comparte con frecuencia fotos en su página de Facebook.

Comparte esta emotiva noticia con todos tus amigos, probablemente sirva de aliento para muchos padres que se encuentran en una situación similar.

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