Es increíble el poder que tiene la palabra “puedo”, tanto de manera positiva cuando es usada como una afirmación que impulsa y reafirma los esfuerzos para alcanzar un logro, así como de manera negativa; cuando se le antepone un “no”, creando una barrera que limita los sueños a una simple intención sin alguna acción.
Mandy Harvey es un ejemplo de grandeza en espíritu y en superación, una mujer que tras perder la audición a sus 18 años de edad logró romper los límites para alcanzar con esfuerzo y constancia la realización de un sueño. Gracias a su pasión llegó a la semifinal del «Americas Got Talent».
Mandy perdió el sentido del oído por una enfermedad en el tejido conjuntivo. Definitivamente esto representó para ella y su familia un evento que marcó su vida, esta experiencia la hizo pensar muy seriamente renunciar a su sueño de ser cantante.
Ciertamente su vida dio un giro muy grande, el camino para lograr lo que tanto le apasionaba se había inclinado de tal manera que era muy difícil de subir.
Mandy estaba estudiando educación vocal en la Universidad del Estado de Colorado cuando sufrió este terrible padecimiento. Lamentablemente se vio obligada a retirase del programa. Esto le causo mucho dolor, cantar era su pasión. Tenía un gran dolor en su alma porque pensó que no volvería a cantar.
En el año 2008, su padre le pidió que aprendiera una nueva canción. ella pensó que se trataba de una idea absurda.
Sin embargo, cuando estaba a punto de rendirse, su pasión despertó la fuerza interior y dejó de lado la opción de dejarse vencer. Decidió luchar y esforzarse más, pero lograría su sueño.
Se prometió que no se daría por vencida. Aprendió a convivir con su sordera y su sueño. Indagó cómo mejorar su confianza para tener mayor seguridad al cantar.
No hubo horario para practicar una y otra vez su entonación. Su decisión había sido tomada desde el alma, no había nada ni nadie que la convenciera no poder lograrlo.
Desde entonces, Mandy ha realizado 4 discos y poco a poco su carrera como cantante de jazz ha ido creciendo.
El “no puedo” fue descartado para ella, así como todos los comentarios que cuestionaban su capacidad de lograrlo.
Ella aprendió a controlar su falta de audición y recuperar su seguridad que decidió participar en el programa de “Americas Got Talent”.
Cuando llegó su turno de presentarse ante el jurado, se quitó los zapatos, esto le causó a Simon Crowell, uno de los jurados, un podo de desconcierto e inquietud.
Sin embargo, después de conocer la verdadera razón su percepción cambió por completo.
Mandy cantó descalza para sentir las vibraciones de la música a través de sus pies. Esta era la manera que ella había descubierto para sincronizar todos los elementos para cantar de nuevo y sentir la música tal cual como lo hacía antes de perder la audición.
Su interpretación de la canción “Try” fue increíble, su talento dejó a todos sorprendidos y le dio el pase a la semifinal.
El mensaje de esta gran mujer no sólo fue transmitido con su espectacular voz y actuación, sino que su coraje, entrega, perseverancia, pasión dejo huella en los corazones de los asistentes y espectadores.
Un ejemplo de vida, una prueba real de que los límites sólo acaban con las fuerzas y las ganas.
Está en las manos de cada quien decidir acabar con esas barreras que impiden soñar y ver el horizonte para llegar hasta allá.
Comparte este gran y motivadora historia, un aplauso a Mandy por reglar al mundo un camino que “sí se puede” recorrer abrazando la pasión que nos hace sentir vivos.