El dueño de Duty Free renuncia a toda su gran fortuna – «No me llevo nada a la tumba»

Cuando ayudas a alguien, se genera en ti una sensación de bienestar y satisfacción por haber colaborado para cumplir las metas o para superar alguna situación que le afecte al otro. Porque de eso se trata la caridad, de afectar positivamente a los demás, y el crecimiento personal que obtienes adicionalmente, es insuperable.

Charles Feeney, mejor conocido como “Chuck” es la encarnación de este bello y alto valor moral como lo es el desprendimiento. Un multimillonario que quería morir como nació, sin nada, y decidió donar su inmensa fortuna a obras de caridad.

El empresario, quien junto a Robert Miller fundó en 1960 la empresa Duty Free Shoppers, compañía pionera en la venta de productos libres de impuestos en los aeropuertos, tras asegurar su buen nivel de vida y el de sus hijos, dijo en 2017, a sus 85 años, que no se llevaría un solo céntimo a la tumba.

“Chuck” fue reconocido durante cuarenta años por su filantropía en todas partes de los Estados Unidos y del mundo, y se hizo famoso por donar dinero a organizaciones benéficas, universidades y fundaciones, a través de la fundación Atlantic Philanthropies.

En el proceso, Feeney llegó a desembolsar una cifra cercana a los 8.000 millones de dólares, convirtiéndose en el multimillonario estrella de las donaciones, según la revista Forbes, especializada en el mundo de los negocios.

“Aprendimos mucho. Haríamos algunas cosas de manera diferente, pero estoy muy satisfecho. Me siento muy bien al completar esto […]. Mi agradecimiento a todos los que se unieron a nosotros en este viaje”, dijo Feeney.

Según el medio impreso estadounidense, el empresario reservó 2 millones para su propia jubilación y la de su esposa, lo que supone que ha dado un 375 mil por ciento más de su dinero patrimonial neto actual.

El 14 de septiembre pasado, Charles y Helga, su esposa, firmaron el documento entregando toda la riqueza acumulada a los fondos benéficos de su país. El “James Bond de la Filantropía”, así lo han llamado los medios de Norteamérica, y no en vano, ya que la mayoría de sus actos se han manifestado de manera anónima.

Hizo el anuncio a través de la plataforma Zoom, en una ceremonia en la que personas como Bill Gates, Jerry Brown y la representante a la Cámara, Nancy Pelosi, así como diversas personalidades agradecieron y realzaron su labor.

“Nuestras donaciones se basan en las oportunidades, no en un plan para permanecer en el negocio durante mucho tiempo”, le expresó Feeney a Forbes en una entrevista anterior.

Pero, para que el milagro sucediese, Charles estableció un plan completo, que involucró a unos 300 empleados. Su idea fue direccionar el dinero hacia las causas sociales más prioritarias.

Charles y Helga tendrán suficiente para vivir con la sencillez que siempre los caracterizó, que es exactamente lo que les interesa. Su historia ha servido de inspiración a otros multimillonarios a ser también generosos, entre los que destacan Warren Buffett y el propio cofundador de Microsoft, Bill Gates.

Ser caritativo eleva tu autoestima, en el aspecto en que te sientes requerido por los demás, lo que aumenta la seguridad en ti mismo. Tus círculos sociales mejoran, porque te conocen como una persona que genera empatía y buenas actitudes con los demás para superar momentos difíciles, cada vez más comunes en el mundo de hoy.

Comparte esta historia con tus familiares y amigos y no pierdas la oportunidad de crecer en espíritu siendo empático y asistiendo a los demás.

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