Egipto se enfrenta a la peor invasión de langostas que recuerda a la devastadora plaga bíblica

¿Lluvia de langostas? Sí, como lo oyes. Como si de una película bíblica se tratara, la surrealista escena es más real de lo que muchos quisieran.

Una oscura y aterradora nube en el horizonte, cultivos a punto de perderse y habitantes en pánico es lo que Egipto y otros países de Oriente Medio como Arabia Saudí y Omán, están teniendo que enfrentar.

Se trata de una aterradora plaga de langostas que parece acabar con todo.

La FAO (la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) se prepara para la inevitable invasión del crustáceo, alertando a los habitantes de su inminente presencia.

Muchos han visto en la plaga un castigo divino, recordando quizás aquello que tanto el Torá, el libro sagrado de los judíos, como la Biblia, relata sobre las famosas 10 plagas de Egipto de las que Moisés advirtió al faraón.

La Biblia relata que la octava plaga de Egipto fueron las langostas.

Moisés habría llegado ante el faraón para suplicarle que permitiera que los israelitas fueran libres. Al resistirse, Dios envió la plaga sobre Egipto provocando que la nube cubriera el cielo consumiendo todos los cultivos egipcios y acabando con todos los árboles y las plantas.

Todo egipcio tienes estas escenas bíblicas grabadas a fuego, es por eso que no es extraño que ante la amenaza de una plaga como la que Dios envió en su momento, ahora traten de huir como puedan.

Sin embargo, más allá de que sea un castigo de lo alto, hay una clara explicación.

Han invadido Irán, Omán, Qatar, Egipto, Eritrea y Sudán y ahora se dirigen a Afganistán y Pakistán.

Al parecer, las fuertes lluvias y ciclones provocaron en febrero un aumento de la población de langostas del desierto.

Viajan hasta 150 kilómetros al día, lo que les ha permitido llegar ya a varios países.

Por su parte, las autoridades egipcias están preparando 55 bases para el control de la plaga, ya que de no hacerlo produciría una auténtica ruina de la producción agrícola, además de suponer un grave riesgo para la salud.

Una sola de estas langostas come tanto como 35.000 personas en un día.

La época de reproducción de las langostas es en el verano, por lo que urge un control masivo ya que su efecto podría ser realmente devastador.

En algunas provincias ya se ha declarado estado de emergencia, mientras el personal cualificado ya ha arrojado pesticidas a diestra y siniestra para acabar con los crustáceos invasores.

En 1954 una plaga de langosta roja se comió 250.000 toneladas de maíz y en 2013 una plaga similar causó el terror de muchos.

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Lo cierto es que el país se ha visto visitado por este enjambre de langostas en varias ocasiones, pero en verdad las imágenes que se han visto en esta ocasión ponen los pelos de punta a cualquiera.

Keith Cressman, oficial superior de Previsión de Langostas de la FAO, recalcó que «los próximos tres meses serán críticos para controlar la situación antes de que comience la reproducción de los insectos en verano».

¿Y tú eres de los que piensa que se trata de un castigo divino? Déjanos saber tu opinión y compártela en tus redes

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