Cuenta los primeros síntomas del cáncer testicular de su hijo para advertir a otros padres

Nicola Barksby, de 35 años, quiere alertar a otros padres sobre los síntomas del cáncer testicular que la ayudaron a tener el diagnóstico de su hijo Jake de 6 años.

Ella estaba bañando a su hijo cuando notó una diferencia de tamaño entre un testículo y otro, le pareció extraño, así que lo llevó al médico de cabecera quien sugirió trasladarlo a un especialista lo más pronto posible.

Jake fue remitido al Queen’s Medical Centre en Reino Unido, comprobaron que tenía un tumor de cinco centímetros, fue sometido a un procedimiento quirúrgico en el que extirparon uno de sus testículos y el tumor.

Tras obtener el resultado de la biopsia determinaron que Jake tenía rabdiosarcoma paratesticular, un tumor de tejido blando muy inusual.

De acuerdo con la descripción del Instituto Nacional del Cáncer se trata de un tumor raro de tejido blando que se desarrolla en el cordón espermático, los testículos y la ingle.

También puede aparecer en áreas como el cuello y extenderse a los ganglios linfáticos.

“Todo sucedió muy rápido. Fue un shock tan grande que casi ni pensé en la posibilidad de que mi hijo no tuviera un testículo sano”, dijo Nicola.

“Jake no tenía dolor ni síntomas de alguna enfermedad, el único indicio de que algo podría ocurrir era el tamaño de su testículo que era más grande respecto al otro. No esperas en lo absoluto un diagnóstico tan devastador, es difícil esperarlo en un adulto y más en un niño de seis años”, relató la madre.

Cuando un paciente es diagnosticado con este tipo de cáncer se suele extirpar el tumor a través de una cirugía y después se somete la masa a una biopsia para detectar las células malignas.

En aquellos casos en los que no es posible la operación, el paciente se somete a sesiones de radioterapia y quimioterapia.

Para Nicola fue muy duro enfrentarse a las duras consecuencias del diagnóstico de su hijo, sobre todo cuando en una tomografía posterior a la operación apareció un bulto en el estómago de Jake.

Tras una cirugía para extraer la masa y una biopsia, comprobaron que afortunadamente no era maligno. Aunque para disminuir los riesgos, le insertaron unos tubos en una vena del pecho, conocida como vías centrales. No podrá practicar natación, ni lanzarse desde un trampolín.

Jake tendrá que someterse a sesiones de quimioterapia durante 22 semanas.

“Cuando entras a la sala del hospital, está llena de niños que luchan contra el cáncer. Es realmente triste verlo, el cáncer cambia tu vida”, dijo Nicola.

Nicola quiere que a través de su testimonio los padres revisen sus partes íntimas cuando se duchen para detectar cualquier anomalía.

Hollie, la hermana de Jake, de 10 años, inició una campaña para recaudar dinero destinado a mejorar el área de tratamiento de cáncer infantil del hospital a través de una carrera de cinco kilómetros llamada “Pretty Muddy” en Nottingham, Inglaterra, el próximo mes de septiembre.

“Lo hago en honor a mi hermano que está pasando momentos muy duros. Espero que la recaudación de dinero haga que la sala sea un lugar mejor y el tiempo que los niños pasan ahí sea más agradable”, dijo Hollie.

Compartir esta valiosa información también es una forma de ayudar a que otros niños tengan un diagnóstico oportuno. Enviamos mucho ánimo y fortaleza a Jake y a todos los valientes que luchan en una dura batalla.

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