Cuando se está seguro de haber encontrado a la persona indicada, cualquier ocasión y circunstancia es maravillosa para proponerle matrimonio.
El momento se hace perfecto por el amor que lo envuelve. Así le pasó a un hombre quien, en apenas veinte minutos, desató su creatividad y sorprendió a su adormecida amada.
Una novia estadounidense quiso compartir su experiencia en el grupo de Facebook «Eso es todo, soy una propuesta vergonzosa» donde se relatan las más increíbles e inusuales peticiones de matrimonio.
La mujer relató que cierto día estaba con su novio en su habitación, y él tuvo que salir inusitadamente por un momento, mientas tanto ella aprovechó para dormir mientras llegaba.
Tenían una hermosa relación y estaban muy enamorados, hacia cierto tiempo que el novio quería pedirle que se casaran y buscaba el momento ideal.
Pero justo ese día, algo tenía en mente y no quería que terminara el día sin hacerlo. No podía demorarse mucho para que su futura esposa no sospechara, estaba ansioso por darle la mejor de las sorpresas. ¡Y vaya si lo fue!
Pero pensar en ir con un joyero, consultar sobre el anillo indicado y todo eso, era muy complicado. Tenía un mejor plan, se fue directamente a Walmart, y desde allí llamó al mejor amigo de su novia para que le aconsejara en cuanto a qué anillo debía comprar.
Ya tenía la mayor parte del plan resuelto, ahora tocaba pensar cómo le presentaría el anillo. Cuando venía de vuelta decidió que sería comprándole unos McNuggets a su novia, porque sabía lo mucho que le gustaban.
Todo estaba listo, ya sabia dónde guardaría el estuche de terciopelo negro con el anillo, lo escondería en la caja de McDonald’s.
Al abrirla, la mujer saltaría de la emoción, estaba fríamente calculado. Cuando regresó a la casa su novia aún estaba adormecida, con los ojos entreabiertos tomó la cajita de su comida favorita y la abrió.
El sueño demoró para que la sorpresa surtiera el efecto esperado. Le costó un momento entender qué era lo que había en esos provocativos McNuggets.
«Abrí la caja y vi la caja negra dentro (cerrada entonces) y dije,‘¿qué clase de salsa es esta? Oh, Dios mío. ¿Es este un anillo de compromiso?‘ Y el resto es historia”, dijo la novia.
Una vez despierta en su totalidad, la mujer no cabía en la emoción, y verdaderamente fue maravilloso y mágico para los dos. A pesar de que no fue algo súper suntuoso, el valor sentimental es enorme y no tiene precio.
¿Qué podía ser mejor que eso?, su antojo preferido junto al sueño de toda mujer, y todo en una misma caja. A final de cuentas el anillo, la fiesta, la iglesia, solo son complementos del momento. Lo verdaderamente perdurable e importante es el amor que se profesen como pareja.
Comparte esta divertida historia con todos tus amigos y seres queridos, para que tengan ideas cuando les toque vivir ese momento especial.