Hay muchas historias un tanto mitológicas o irreales que se enfocan en viajes extensos en búsqueda de la eterna juventud, y con tener belleza infinita o salud en cada día de nuestras vidas, sin embargo, la mayoría de las travesías que representan en las historias fueran más cortas si el destino hubiera sido Berne, Indiana, en los Estados Unidos.
Berne, es una pequeña ciudad donde habita una parte importante de la comunidad Amish, esta comunidad está siendo investigada por la Universidad de Northwestern porque parece que ellos tienen la fórmula para ser eternamente jóvenes.
Los investigadores de la universidad, encabezados por Douglas Vaughan, han determinado que esta pequeña comunidad cuenta con una rara mutación genética que funciona como medida de protección contra los efectos biológicos del envejecimiento.
Hasta ahora, estas son el único grupo de personas en el mundo que tienen este tipo de gen; la mutación puede darse en una o ambas partes del gen SERPINE1 y cuando la mutación abarca ambas copias genéticas produce el raro trastorno de la juventud perpetua.
Dr. Douglas Vaughan, parte del equipo de investigadores de la Universidad de Northwestern.
Los integrantes de la comunidad amish se han mostrado atentos y dispuestos a colaborar con sus investigadores y esto ha facilitado los estudios de la Universidad de Northwestern.
La investigación muestra en los estudios en la población que de las 177 personas pertenecientes a esa comunidad Amish, hay 43 personas con una de sus copias del gen SERPINE1 mutado.
Parte de los estudios de Vaughan han demostrado que el gen SERPINE1 produce un trastorno hemorrágico que regula una proteína llamada PAI-1, esta proteína es la que ayuda a disolver coágulos sanguíneos. Vaughan dice que cuando la mutación sucede en una de las copias de ese gen trae beneficios muy importantes en la salud.
Las 43 personas que tienen esta condición genética en común recibieron excelentes noticias en sus estudios porque revelaron que tienen 10% más de esperanza de vida además de un 10% más de telómeros, que son las estructuras protectoras del ADN en los extremos de nuestros cromosomas que se alargan cuando la célula termina su vida útil permitiendo extender la vida.
No sólo estas personas tienen una vida más prolongada sino que mostraron una menor probabilidad de enfermarse porque la incidencia de diabetes es muy baja, al igual que los niveles de presión arterial son óptimos para ellos y los vasos sanguíneos son mucho más flexibles que los de las demás personas.
The Guardian / Pixbay
Vaughan declara que es la primera vez que la ciencia ve que los telómeros, y los marcadores metabólicos y cardiovasculares están siendo protegidos de esta manera evitando la vejez.
Ahora, trabajan en base a esta proteína para crear un fármaco que ayude a proteger nuestro sistema del envejecimiento.
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