Aprende cómo plantar una piña en casa usando los restos de la fruta

Si te dijera que puedes cultivar una piña en tu apartamento o mejor aún en tu jardín ¿te animarías? a mi me ha parecido increíble este proyecto de Mary y Tim Vidra
para saber más detalles de este asombroso proyecto de cultivar piñas en casa, sigue leyendo.

Entre todas las deliciosas frutas tropicales que tengo la oportunidad de disfrutar todo el año de forma continua (Sí, vivir en el calor del trópico tiene sus ventajas 😉 )

Hay una que ocupa un lugar especial en mi corazón: La piña.

No solo porque es deliciosa, refrescante, dulce aunque un poco ácida y muy saludable. ¿Se puede pedir más? Además, comer piña los domingos por la tarde me trae recuerdos maravillosos de mi niñez.

Mi papá salía a comprar el periódico en las mañanas y regresaba con algo delicioso para compartir. Muchas veces era una bandeja de piña en rodajas que vendían cerca del kiosko de prensa. La comíamos bien fría con un poco de sal, ¡sí, sal! ¿loco no?

Hoy en día la piña tiene un atractivo aún mayor, pues él ya no está y yo prefiero comprarla entera. Pero pelar una piña es, bueno… ¡una piña!

Cuando por fin termino de quitar toda la concha y los ojitos siento que la recompensa es mucho mayor que si la hubiera comprado lista para comer.

Y esa es tan solo una de las lecciones de paciencia que nos puede dar esta maravillosa fruta, pues para poder disfrutarla la planta necesita dos años antes de comenzar a producir fruto.

Eso me parece muchísimo. En nuestro mundo de satisfacción instantánea es una eternidad. Pero si estás de ánimo para un compromiso a largo plazo, anímate a sembrar una piña, tendrás que esperar pero la recompensa bien lo vale. A continuación te enseño cómo. La ventaja es que es muy fácil, y podrás comer una deliciosa piña para empezar el proyecto.

Una genial idea de Modern Parents Messy Kids es realizar este proyecto con los pequeños, pueden hacerlo una lección de ciencias naturales.

Pueden evaluar los cambios en la planta, enseñar las partes de las plantas, el ciclo de vida, etc. lo que se te ocurra.

Además es un muy buen ejercicio de responsabilidad y compromiso cuidar y regar la planta de forma correcta cuando ya esté en su maceta o en el jardín.

Lo que necesitarás para empezar:

  • Una piña
  • Un cuchillo
  • Un recipiente pequeño con agua
  • Líquido enraizante. (opcional)

Cuando ya tengas las raíces:

  • Una maceta grande.
    Tierra negra abonada.

Ecosnippets nos muestra el proceso. ¡Aquí vamos!

Escoge una piña que no esté demasiado madura, que se vea sana, grande y sana.

Separa la parte de arriba de la corona de la piña, puedes usar el cuchillo o tratar de darle golpes hasta que se separe. (Adivina cuál método prefieren los niñitos)

Elimina algunas de las hojas de la parte inferior para descubrir el centro de la corona.

Si haz conseguido hormona enraizante este es el momento de colocarlo a la corona de la piña.

Si no lo has conseguido no hay problema, lo puedes hacer con un poco de agua de lentejas germinadas o salta este paso.

Coloca la corona en un recipiente pequeño con agua hasta que las raíces se vean fuertes y abundantes.

Retira la corona del agua y deja secar un par de días. Esto es muy importante pues la piña es muy susceptible a la humedad.

Primero puedes ponerla en un recipiente mediano pero más adelante debes trasplantarla a una maceta grande para que la piña tenga espacio para crecer.

Está lista para ser sembrada

¡Listo! Riega y cuida mucho tu piña pues se tomará su tiempo antes de producir frutos. Pero mientras tanto puedes disfrutar de sus hojas verdes lanceoladas.

17Apart / Modern Parents Messy Kids / Ecosnippets

La piña es una fruta súper fragante y deliciosa con propiedades desintoxicantes, diuréticas y digestivas que además potencia la absorción de vitaminas y el sistema inmunológico así que si no lo haces aún, es hora de incluirla en tu dieta. ¡Tu cuerpo lo agradecerá!

Comparte este proyecto con tus amigos, pueden sembrarla juntos y ver cuál fructifica primero y a celebrar con piñas coladas.

Te recomendamos