La madre de una niña de 4 años que sobrevive al cáncer enfrenta a quienes señalan sus cicatrices

Claire es una valiente niña que después de enfrentarse a una dura batalla contra el cáncer logró sobrevivir, afortunadamente la vida le había dado otra oportunidad y agradecía poder crecer junto a su familia dejando atrás aquellos días en el hospital.

Michelle Russell, madre de Claire, de Puyallup, Washington, vivió momentos muy difíciles cuando se enteró del diagnóstico de su hija, tenía sarcoma de Ewing, un tipo de cáncer muy raro que afecta los huesos o los tejidos blandos que los rodean.

Descubrieron que algo pasaba cuando un viaje en avión le produjo intensos dolores por la presión generada por la altura. “Ir en ese avión podría haber salvado la vida de nuestra hija, sin ese viaje no hubiéramos pensado que el dolor que sentía en su espalda era algo más que un problema muscular”, dijo la madre.

Después de aterrizar, la trasladaron al hospital donde detectaron su enfermedad, “Ella no sabía cómo andar en bicicleta, nunca había estado en un salón de clases y pasó la mayor parte de sus días vistiendo un tutú”, dijo Michelle.

Claire fue sometida a un procedimiento quirúrgico que duró más de doce horas. “Le quitaron cuatro de sus costillas, fusionaron su columna vertebral”, dijo la madre.

Tras la operación, uno de los pulmones de la niña dejó de funcionar, así que fue ingresada a la unidad de cuidados intensivos donde permaneció una semana con un respirador artificial.

Su madre recuerda su valentía a pesar del dolor, “Me apretó la mano y susurró un pequeño ‘Te quiero'», relató Michelle.

“Ella no quería que yo tuviera miedo, no quería que estuviera triste”, agregó.

Claire fue sometida a diecisiete ciclos de quimioterapia y diversas operaciones en el transcurso de un año. Perdió la cuarta parte de su peso corporal, llegó a pesar 13 kilos.

Tenía dificultades para alimentarse, por el tratamiento le producía dolores en su garganta y en su boca, sus huesos estaban tan débiles que se fracturó el fémur mientras jugaba. Se enfrentó a la pérdida de otros niños que estaban junto a ella en el hospital, pero no lograron sobrevivir.

Finalmente, los médicos la declararon en remisión, y regresó a casa con sus padres, sin cabello, frágil, muy delgada y con cicatrices.

Tres años después, estaba completamente libre de cáncer, se convirtió en una bailarina y una estudiante de honor. Aunque se había recuperado de su enfermedad todavía había cosas que superar, emocionalmente se sentía vulnerable por su apariencia.

Algunos de sus compañeros la señalaban por sus cicatrices. Su madre notó que Claire se negó a usar una camiseta sin mangas que le gustaba mucho, porque un niño le dijo que no debía exhibir las marcas que le había dejado el cáncer.

Michelle le respondió: “Creo que lo que quiso decir es que, el pensamiento de lo que debes haber pasado para obtener esas cicatrices…da miedo. Tus cicatrices son hermosas”.

Aunque Claire comenzó a llorar y le dijo a su madre que lo único que quería era ser normal, su madre le hizo recordar a todos los niños que conoció en el hospital y que como ella tenían cicatrices y le preguntó si quería que las cubrieran. Ella sonrió, agarró la camiseta y se la puso.

La madre de Claire quiso compartir un mensaje para darle una lección a quienes señalan las marcas de su hija: “Ser bella no se trata de tener cabello, maquillaje ni ropa. La belleza no es la perfección, la verdadera belleza es cruda.

La verdadera belleza es una niña que experimentó un trauma físico y emocional impensable y salió más fuerte…con una profunda apreciación de la fragilidad de esta vida.

Un pequeño cuerpo que una vez fue afectado físicamente por cirugías y quimio, y ahora baila con gracia. Eso es belleza”, escribió.

“Su pequeño cuerpo puede estar lleno de cicatrices, pero cuenta una historia de perseverancia y esperanza. Me gustaría que ningún niño o adulto sintiera la necesidad de cubrir sus cicatrices.

Si lo hacen, espero que recuerden que, al no cubrirlos, están inspirando a una niña de 8 años a abrazar su cuerpo que sobrevivió al cáncer. Enseñemos a nuestros hijos que la imperfección es la verdadera belleza, esa valentía es la belleza, la compasión es la belleza”, concluyó la madre de Claire.

Su mensaje logró emocionar a miles de personas que aseguran que es una importante lección para el mundo, no te vayas sin compartirla.

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