Científicos han descubierto que sólo una noche sin dormir causa la acumulación de una proteína vinculada a la devastadora afección del Alzheimer.
Un estudio realizado en 20 personas encontró que, sólo una noche sin dormir incrementa en un 5% la proteína beta amiloide en el cerebro.
Aquellas personas con una leve pérdida de memoria tienen un 21% más de beta-amiloide en sus cerebros que las personas mayores sanas; mientras que las personas con enfermedad de Alzheimer tienen un 43% más de beta-amiloide.
Una noche sin dormir tendría efectos devastadores en nuestra salud neuronal.
Si bien estudios anteriores han mostrado cambios cerebrales similares en ratones, este es el primero en mostrar los cambios cerebrales relacionados con el Alzheimer después de una noche de insomnio en el cerebro humano.
El sueño es vital para eliminar el beta-amiloide, que puede formar grupos en el cerebro para bloquear las vías importantes de memoria. Sin embargo, no está claro si los efectos de una noche de insomnio son duraderos o sólo se observan el día posterior.
El autor principal del estudio, el Dr. Ehsan Shokri-Kojori, de los Institutos Nacionales de Salud de Maryland, fue claro al respecto: «A menudo los cambios cerebrales que se ven en los animales no se replican en los humanos, por lo que esto es interesante”.
«El aumento de beta-amiloide que vimos en los cerebros de las personas que estaban privadas de sueño, es probable que desencadene un proceso dañino”.
Los investigadores examinaron los efectos de la privación del sueño en 20 personas sanas de entre 22 y 72 años, en el transcurso de dos noches.
Dormir es vital para eliminar el beta-amiloide de nuestro cerebro.
«Una predicción razonable basada en estos resultados podría ser que los malos hábitos de sueño crean un riesgo para la enfermedad de Alzheimer”.
El estudio consistía en permitir que un grupo durmiera de 10:00 pm a 7:00 am, mientras que en a un segundo grupo se los mantuvo despiertos toda la noche.
Posteriormente, se escanearon sus cerebros y mostraron «aumento significativo» de beta-amiloide en dos regiones del cerebro, aquellas que son vulnerables al daño en pacientes con Alzheimer: el hipocampo y el tálamo.
El hipocampo desempeña un papel clave en la memoria, mientras que el tálamo actúa como un centro de retransmisión de señales nerviosas motoras y sensoriales.
Después de una noche de insomnio, el grupo tenía 5% más de beta-amiloide que si hubieran tenido una noche completa de descanso.
El sueño puede jugar un papel importante en nuestro sistema natural de «eliminación de desechos» que remueve material potencialmente nocivo para el cerebro, incluido el beta amiloide, del cerebro.
Los malos hábitos de sueño crean un riesgo para la enfermedad de Alzheimer.
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El Dr. David Reynolds, director científico de la organización benéfica Alzheimer’s Research UK, dijo: «Hay una creciente evidencia del vínculo entre el sueño interrumpido y la enfermedad de Alzheimer, pero es difícil separar causa y efecto para determinar si los problemas del sueño pueden causar los daños cerebrales del Alzheimer o viceversa”.
«Este estudio muy pequeño sugiere que una noche de privación de sueño puede elevar los niveles de la proteína amiloide característica del Alzheimer, reforzando las sugerencias de que dormir es importante para limitar la acumulación de esta proteína en el cerebro».
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