Un niño de 4 años recupera el oso de peluche que lo acompaña durante sus últimos meses de vida

Afortunadamente el mundo cuenta con ángeles en la tierra que tienen un corazón que se desborda en amor y tienen la hermosa misión de ayudar al prójimo.

Atticus Feduchin-Pate, un niño de 4 años con cáncer en estado terminal con solo meses de vida se ha vuelto a reunir con su osito de peluche gracias a la amabilidad de extraños que son ángeles en la tierra tras perderlo cuando regresaba a su casa después de recibir su tratamiento para el cáncer cerebral en UCLH Euston.

Cuando iban camino a casa la familia se detuvo a comer algo en la estación de Waterloo, pero no se percataron de que Boeuf, el osito que siempre acompaña a Atticus en sus sesiones de radioterapia ya no estaba con ellos.

Su madre, Emily recurrió a las redes sociales para tratar de localizar al amigo de peluche inseparable de su pequeño hijo.

La máscara de radioterapia de Atticus está pintada como Boeuf y su osito recibe radioterapia junto con Atticus, por lo que nunca ha estado solo ni asustado».

El padre de un niño que también estaba recibiendo tratamiento en UCLH vio la publicación en Facebook y se dedicó a llamar a todas las tiendas de Waterloo con la esperanza de descubrir cuál de ellas había encontrado a Boeuf. Afortunadamente una de ellas confirmó que tenía al amado peluche.

Sé que solo puede parecer un peluche, pero saber que Atticus no estará solo porque tiene a Boeuf realmente significa mucho para sus padres y todos los que aman a Atticus».

Sin dudarlo fueron a recogerlo para traerlo de vuelta con Atticus, quien lo recibió con un fuerte abrazo.

Georgia Lansbury una amiga de la familia dijo que este emotivo reencuentro pudo ser realidad gracias a las redes sociales.

Su tratamiento inicial formaba parte de un ensayo clínico, pero a pesar de que respondió bien a su primera ronda de radioterapia, desafortunadamente después de seis meses los síntomas volvieron aparecer. El fármaco no habría funcionado para él.

En julio fue diagnosticado con Glioma difuso intrínseco (DIPG) y en septiembre a su padre Blaize y a su madre les dijeron la trágica noticia de que su hijo tendría nueve meses de vida.

En los últimas dos décadas las estadísticas indican que solo en el Reino Unido, alrededor de treinta niños al año son diagnosticados con DIPG con un pronóstico promedio de nueve meses y una tasa de supervivencia del 0%.

Para Georgia estos números son tristemente sorprendentes y se extraña que no sea un tema abordado con más interés. Ella piensa que si se tratara de una carretera peligrosa que dejara tres docenas de víctimas al año algo se haría con mayor prontitud.

Gracias a la fundación «Make a Wish», Atticus pudo visitar a Legoland, Lapland, Disneyland Paris e incluso viajó en un avión privado gracias a la organización benéfica Air Smiles. Pero lamentablemente su estado de salud empeoró.

Facebook

Familiares y amigos recaudan fondos para la investigación del caso de Atticus y DIPG. Es necesario seguir investigando sobre este padecimiento que le quita la posibilidad de vida a muchas personas, especialmente a los niños.

Es una historia muy conmovedora. No dejes de compartir el gesto de ese padre que se esforzó para devolverle la alegría y la seguridad al pequeño Atticus.

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