El empleado de McDonald´s con Síndrome de Down se despide tras 32 años de servicio

Existen experiencias de vida que van sucediendo un día tras otro y terminan convirtiéndose en una historia maravillosa digna de una gran celebración. La vida de Rusell O´Grady de 48 años realmente es una de esas historias merecedoras de interminables aplausos.

Es un trabajador de McDonald’s con Síndrome de Down que hace 32 años se colocó el uniforme de esta cadena de comida rápida para ofrecer al público algo más que los productos que estaban a la venta.

Rusell vive en Northmead, al oeste de Sydne, es un trabajador amado por todos los que le han conocido. Geoff, su padre comenta que se siente muy orgulloso de su hijo, afirma que es muy cariñoso y atento.

Realmente se siente muy complacido ante las manifestaciones de apoyo y cariño de toda la comunidad para su hijo. Nunca pensó que la sociedad lo aceptara de esta manera. Todos lo aprecian y lo quieren.

Cuando tenía 18 años, en 1986 Rusell inició su trabajo en McDonald’s y desde entonces su compromiso, dedicación y carisma lo ha llevado a desempeñar un trabajo excepcional. Cada pedido entregado por él lleva la marca de su sonrisa y alegría.

Sus clientes manifiestan su satisfacción por su atención. Después de 30 años es considerado un héroe en su local.

Ha sido tanto su carisma que al caminar por las calles no pasa desapercibido, siempre lo detienen para saludarlo con un apretón de manos con inmenso cariño.

«Los clientes lo aman como nosotros lo amamos»

Geoff confirmó que la experiencia de tener a Rusell como su hijo es lo mejor que les ha pasado. Le ha dado una visión diferente de apreciar la vida.

Cuando alguien le pregunta sí es discapacitado suele contestar que lo era cuando cursaba la escuela, pero no ahora que trabaja en McDonald’s. En su mente no existen límites que lo diferencia del resto de los empleados.

La buena impresión de Russell en sus compañeros de trabajo y clientes hizo que en muy poco tiempo fuera promovido a una posición fija en la tienda de su localidad.

Su carrera laboral en la tienda ha pasado por el desempeño de varios cargos, en todos ha demostrado ser un buen trabajador. Ha estado con las cajas de embalaje, en la cocina así como en el cumplimiento de muchos otros deberes, todos con excelentes resultados.

Su padre está muy agradecido con el personal de McDonald’s de Northmead quien lo aceptó con los brazos abierto y logró que una vida laboral muy agradable y feliz para su hijo. Las personas de la tienda son absolutamente maravillosas, si no fuera por su actitud Rusell no hubiese trabajado.

La asistente de tienda Katie Chlyder comentó que este chico hizo que el restaurante fuera un lugar más brillante.

Te sientes feliz de que este aquí, es agradable tenerlo. Él es muy dulce, siempre con la mano dispuesta a estrechar la tuya para expresar el saludo que nunca falta. Es todo un caballero.

Katie comentó que Russell tiene sus peculiaridades, como cualquier otra persona, parte de su tarea era limpiar las bandejas, barrer el restaurante y su trabajo sigue siendo saludar a los clientes.

Definitivamente, Russell es un compañero de trabajo muy querido en McDonald’s de Northmead y la celebración de su 30 aniversario, así como demuestra.

Su cuñada y directora asistente de Jobsupport, Kate O’Grady apoyó el crecimiento de Rusell y le consiguió el trabajo a través de Jobsupport.

Camino al trabajo siempre va escuchando a Los Beatles. Los grupos de música que más ama son Los Beatles y Abba.

Después de 30 años de entregar y recibir sonrisas del personal y de los clientes, su actitud ha sido siempre de felicidad que se ha convertido en una marca comercial de la tienda local, se puede decir que supera el logo de los arcos amarillos de la franquicia de comida rápida.

Kate comentó que Russell es sólo una de las cientos de personas que viven con una discapacidad y que afortunadamente ha sido entrenada y colocada en un puesto de trabajo a través de Jobsupport.

Este trabajo cambió notablemente la vida de Russell, este empleo le permitió el acceso a la comunidad que de otro modo tal vez no hubiese sido posible.

Ha habido mucha gente que ha trabajado con él y ha compartido esta conexión, incluso hay un hombre que cuando era adolescente fue su compañero de trabajo y ahora lo son sus hijos.

El rosto de Rusell permanece en la memoria de muchas personas asociado con la sonrisa y la felicidad. Es muy familiar para mucha gente.

Comparte la historia de Rusell que se inició siendo un adolescente como empleado de una tienda de McDonald’s y después de 30 años se hizo hombre sin perder su esencia, regalando a todos lo mejor de él con la mayor alegría y sonrisa.

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