Se alarma porque los médicos no le permitieron ver a su hijo recién nacido mientras lo evaluaban

Andrea West es una amorosa mujer que debió pasar por una de las experiencias más duras en la vida: la pérdida de un hijo durante la gestación. Se casó con su pareja en el 2009 y al año siguiente estaban celebrando que Andrea estaba embarazada.

No podían encontrar la hora de recibir a su bebé y darle la bienvenida a la familia pero lamentablemente las cosas no salieron como esperaban.

En un viaje familiar a Nueva York la familia se dirigió a ver un espectáculo en Broadway. Andrea estaba disfrutando el momento al máximo pero comenzó a sentir unas extrañas punzadas.

Andrea es originaria de Nueva Jersey pero vive actualmente en Virginia.

Horas después, cuando sus suegros la llevaron a la sala de Emergencias recibió la noticia más dura de su vida. Había perdido a su bebé. Afortunadamente su fuerte nexo con su esposo la ayudó a superar esta terrible pérdida y seis meses después Andrea se encontraba nuevamente embarazada.

Andrea estaba embarazada de once semanas cuando perdió a su primer bebé.

El embarazo transcurrió con completa normalidad pero el día del parto las cosas comenzaron a complicarse. Andrea quería tener un parto natural pero permaneció más de 24 horas sin lograr avanzar.

Los médicos pensaron que tendrían que realizarle una cesárea de emergencia, pero finalmente el pequeño Adam decidió nacer. Cuando nació el bebé, Andrea no pudo ver a su hijo y por la manera en que los médicos estaban reaccionando temió que algo no estuviera del todo bien. Minutos después su esposo le explicó lo que sucedía.

“Cariño. Creo que algo está mal con la pierna de Adam”.

Andrea intentó mantenerse positiva pero notó que en cuestión de minutos había más de 20 personas concentrándose alrededor de su hijo. El pequeño Adam tenía el abdomen y parte de su pierna derecha con vetas negras y moradas.

Nadie parecía saber de qué se trataba pero tras varios exámenes supieron que el bebé tenía un trastorno cutáneo conocido como Cutis Marmorata Telangiectasia Congénita (CMTC).

Muchos médicos pensaban que Adam tenía esas vetas por haberse golpeado.

Es una extraña condición que ha afectado a sólo 500 personas en todo el mundo y en el caso del pequeño Adam no ha sido ningún impedimento para que sea un niño completamente feliz y activo.

Adam adora la música, el ejercicio y se siente orgulloso de esas pequeñas manchas que lo vuelven único. Los especialistas pensaron que el CMTC podría causarle otros serios problemas de salud a largo plazo pero Adam no ha parado de crecer fuerte y saludable.

“Es verdaderamente único y adora su ‘piel especial’”.

Tras años de constantes visitas a médicos en donde la mayoría simplemente no había escuchado jamás de CMTC, Andrea ha decidido compartir su historia para ayudar a crear conciencia sobre esta condición y que la gente pueda entender que forma parte de su naturaleza.

Te invitamos a compartir esta nota para que el mundo conozca sobre el CMTC y apoyar al valiente Adam.

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