Renuncia a su vida de lujo para vivir con una familia humilde sin empleo ni hogar

El joven hijo de un empresario rico abandona su vida de lujos para irse a vivir con una familia de tres personas sin casa y sin empleo. Alex de 20 años, está acostumbrado a su vida de comodidades, con un guardarropa con más de 750 diseños Gucci, camisetas de Balenciaga y equipaje de Louis Vuitton. Sin embargo, ha renunciado a todo para vivir de forma modesta.

El chico vive en de Middlesbrough, Inglaterra, y trabaja en la empresa de su padre pero ahora ha decidido vivir con una familia desempleada que lucha por ganarse cada día el pan. Todo esto hace parte del programa «Rich Kids Go Skint».

Jen y Antony son la pequeña pareja de Bolton con la cual ha decidido mudarse Alex. Los chicos junto a su hijo Jaxon, de 2 años, han tenido que vivir en un albergue para personas sin hogar.

Esta familia lleva una vida muy dura y distinta a los lujos a los que está acostumbrado Alex. Por este motivo el cambio de ambiente es realmente un gran reto para el joven.

Jen y Antony lograron encontrar un techo bajo el cual vivir, sin embargo, el sueldo de Antony apenas le da para cubrir gastos básicos. Su alimentación está basada en frijoles, salchichas y tostadas, alimentos que Lucas no acostumbraba a comer.

A pesar de las diferencias, el joven se muestra entusiasta y pone de su parte para aprender a cocinar y poder ayudar en el hogar.

Antony no ha tenido una vida sencilla, sus padres lo echaron de su casa a causa de sus malos hábitos. Durante un tiempo estuvo viviendo en la calle, hasta que llegó al albergue donde conoció a Jen y decidió darle otro rumbo a su vida.

«Estaba tan mal por las sustancias que consumía que le estaba robando a mi mamá y a mi papá, y me echaron cuando tenía 16 años. Dormí en el centro de la ciudad de Bolton. Me quedé sin hogar durante dos años y dormí en las calles antes de ingresar a un albergue», comentó Antony.

Este padre de familia ahora tiene dos trabajos para poder cubrir los gastos de su casa. Uno de sus empleos es de repartidor de volantes, y sólo gana 26 dólares por cada 1.000 folletos repartidos. Ahora que Alex vive con ellos, el joven rico decidió ayudarlo en su trabajo.

Pero esta no es la única ayuda que el chico decide darle a la familia. Durante su estadía en el hogar de Antony y Jen, Alex ayudó al hombre a fabricar una cama en la cual pueda dormir, pues no tenía y descansaba en el sofá.

Además, al final de la estadía, el chico les obsequió un viaje a Blackpool Pleasure Beach como agradecimiento al abrirle las puertas de su hogar.

The Mirror

Alex confiesa haber quedado conmovido no solo por las necesidades de estas personas, sino por su calidad humana. Ahora, este joven  tiene mucho que agradecerles y desea mantener el contacto con ellos, pues no solamente le enseñaron a valorar a sus padres sino que le ofrecieron una verdadera familia.

Existen diferentes programas que promueven este tipo de intercambios ¿crees que realmente logren cambiar la vida de los participantes? Déjanos saber tu opinión y antes de irte compártelo.

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