A sus 14 años vende dibujos en su casa para poder comer y lograr estudiar

Se dice que los niños son el futuro del mundo, por eso la importancia de que crezcan rodeados de amor y reciban la mejor educación y cuidado posible. Sin embargo, las circunstancias de la vida pueden hacer que algunos tengan que madurar con mayor rapidez y aprendan desde pequeños lo que es luchar por sus sueños.

De este modo lo ha hecho el siguiente pequeño que pese a su corta edad ya es todo un emprendedor porque la necesidad lo ha obligado a trabajar para ayudar a su familia y poder estudiar.

Su nombre es Kayque Alexandre Amâncio Rodríguez, un pequeño de 14 años que a pesar de las dificultades se rehúsa a renunciar a su gran pasión por el arte.

Kayque vive en una zona sencilla del barrio de Zé Pereira, en las afueras de Campo Grande, Brasil, junto a sus padres y sus tres hermanos.

En el grupo familiar sólo su papá cuenta con un trabajo estable pues su madre Kelly Cristina Amancio, de 35 años, sufre de trastorno bipolar, es discapacitada, y recibe una pequeña pensión. El ingreso de su padre no es suficiente.

Frente a esta dura realidad, el dinero en la familia es bastante escaso así que no hay sobrante para comprar los materiales que el pequeño necesita para practicar sus técnicas de dibujo.

Pero esto no le quitó la ilusión y al brillante chico se le ocurrió una manera de recaudar su propio dinero.

Kayque instaló una pequeña galería de arte frente a su casa. El pequeño vende sus obras hechas en papel A4, a reales 1,50 (37 centavos de dólar). Con ellas no sólo guarda los fondos para comprar sus materiales sino que ha empezado a ayudar a la familia en los gastos mensuales.

«Es un niño muy inteligente y siempre dice que cuando crezca, quiere ayudar en casa», comentó su madre, Kelly Cristina.

Kayque empezó a dibujar desde los 4 años y desde entonces no ha parado

Con el tiempo ha ido mejorando su técnica y le encanta pintar las cosas que más le gustan, como los personajes de Dragon Balls. Pero que esto no nos confunda pues, aunque estén inspirados en la manga japonesa, cada uno de los dibujos son diseñados por el joven artista.

“Empecé hace poco y ya vendí 13 dibujos. Estoy recaudando dinero para comprar lienzos y quiero ayudar a mi familia. Me gusta mucho Dragon Ball y obtengo imágenes en Internet. Ahora mis tres hermanos menores también están dibujando y los animo”, dijo el chico.

Kayque espera reunir el dinero suficiente como para cubrir sus gastos materiales y colaborar con sus padres, pero además tiene una meta más ambiciosa: quisiera adquirir un ordenador y un par de zapatos nuevos para poder estudiar.

La familia de este chico vive en una casa alquilada, así que a largo plazo quisieran tener su propio techo. Por los momentos, la historia del pequeño ha conmovido tanto que un alma solidaria decidió ayudarlo con la publicación de una campaña pro fondos en su nombre. Esperamos que pronto pueda llegar a la meta.

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