Un atleta olímpico que trabaja más de 10 horas como repartidor suplica ayuda

Esta pandemia ha puesto en veremos muchos planes que fueron pospuestos o cancelados, y los Juegos olímpicos de Tokio 2021 no escaparon de esa situación de total incertidumbre, a pesar de que el Comité Olímpico Internacional (COI) ratificó la viabilidad de los Juegos en la capital japonesa a partir del próximo 23 de julio, exista o no vacuna para el COVID.

Para algunos el aplazamiento de los Juegos resultó una bendición porque tienen más tiempo para entrenar e incluso para competir.

Pero para otros, esto ha significado un replanteamiento de su vida profesional, tal como es el caso del británico Dan Bramble, quien por la pandemia y la falta de financiación por parte del Reino Unido se vio obligado a trabajar como repartidor de Amazon.

Dan, quien es campeón nacional de salto de longitud, todavía no se cree que la pandemia no solo haya acabado con su preparación para la competición, sino que también está viendo cómo peligra su participación en los juegos.

“Si hace un año me hubieran dicho que en año olímpico estaría repartiendo paquetes de Amazon te diría que era una verdadera locura”, dijo Dan.

Dan paró su preparación y regresó del centro de entrenamiento de alto rendimiento a Londres al no disponer de financiamiento. Una vez que llegó a su casa, tuvo que replantearse cómo enfocar su vida profesional lejos de las pistas de atletismo.

“Volví a Londres porque no tenía sentido estar cerca de mi centro de entrenamiento si no podíamos entrenar”, explicó Dan.

Después de un mes de confinamiento decidió buscar un trabajo.

“Necesitaba un trabajo porque me pasaba el día jugando a la PlayStation y durmiendo. Tenía que salir de casa y estar activo”, dijo Dan.

Finalmente, Dan encontró una oferta de empleo en Amazon con condiciones bastante duras, pero que le ayudaría a paliar la situación económica.

El camino a Tokio se ha aplazado, pero para Dan, un atleta sin financiación toda ayuda era poca. En 2017 cuando sus resultados se resintieron por una lesión, el Gobierno le retiró las becas. En 2018 perdió el patrocinio de la reconocida marca Nike que tuvo durante dos años.

Su trabajo sería el responsable de llevarlo a Tokio. Inicialmente su idea era compaginar el entrenamiento, pero empezaba la jornada laboral a las 9:00 am de la mañana y acababa a las 8:00 pm incluidos los domingos.

“La primera semana fue terrible. Caminaba al día entre 10 o 12 kilómetros cargando cajas muy pesadas. En total repartía unos 150 paquetes diarios. Era una locura. Por las noches estaba tan cansado que no hacía nada más”, agregó Dan.

Tuvo que dejar de pensar en su entrenamiento porque pasaba el día caminando y subiendo edificios de 10 plantas sin ascensor. Era imposible entrenar.

El atleta confesó que sentía algo de envidia por los compañeros que sí recibían ayudas para entrenar con relativa normalidad.

“Muchos atletas han aprovechado este año como un tiempo extra para entrenar más fuerte. Yo he tenido que dejar de entrenar completamente, hay muchas diferencias entre nosotros”, agregó Dan.

Dan publicó su historia en las redes y sus seguidores lo han ayudado a crear una campaña de recaudación de fondos que ha sido un completo éxito con la marca de ropa deportiva Gymshark como patrocinador.

Actualmente, Dan ha colgado el chaleco de repartidor y se prepara para los Juegos.

Comparte la historia de este atleta que afortunadamente tuvo un final feliz. Dan se ha comprometido a seguir luchando para que haya más oportunidades y ayudas para los deportistas.

Te recomendamos