Su madre transforma la tumba de su hermanito fallecido para que él pueda jugar con él

Ashlee Hammac rindió homenaje a su hijo de 5 días, Michael Ryan Jolley. Construyó una caja de arena en su tumba para que su hijo mayor Trucker pudiera seguir jugando con su hermanito. Inicialmente, había pensado en decorar la tumba con piedras de cristal, pero después se dio cuenta de que su hijo mayor necesitaba un lugar dónde llorar a su hermano.

«Cuanto más pensaba en ello, más quería algo en lo que mi otro hijo pudiera ser parte. Siempre va al cementerio conmigo, se sienta junto a la tumba y empieza a cantar canciones de cuna. Charla con él al igual que cuando estaba aquí. Así que quería que también fuera especial para él. Su actividad favorita en este momento es jugar con los camiones»

Trucker demuestra su anhelo de estar con su hermano, pues a menudo le dice a su madre: «¿Puedo ir a jugar a la caja de arenas del bebé Ryan?»

Ryan falleció cinco días después de su nacimiento, en octubre 2013. Se debió a una hipóxico-isquémica Encephlopathy, o HIE, es decir, una disfunción cerebral generada cuando falta flujo sanguíneo al cerebro.

Hammac y su familia ahora se han comprometido a dar a conocer algunos datos sobre el HIE, a través de su Página de los recuerdos (sin fines de lucro), dicha página es una organización que dona suministros a las unidades de cuidados intensivos neonatales y proporciona apoyo emocional a las familias con dificultades.

«Yo quería ayudar. Quería ayudar a otras personas porque se que no soy sólo yo quien necesita hablar de una situación así», dijo Hammac.

«Y quería sentir que de alguna forma Ryan estaba ayudando aún, ya que en esos cinco días cambió nuestra familia por completo»

Ashlee estaba de 34 semanas de embarazo en septiembre del 2013 cuando un día de compras comenzó a perder la visión. Fue al hospital y descubrió que estaba sufriendo una migraña severa, lo cual la condujo a un trabajo de parto prematuro.

Los médicos lograron detener el parto, pero en los siguientes días tuvieron que intervenir 4 veces más. Supieron en esos momentos que Ryan sería prematuro y trataron de mantenerlo todo bajo control en la medida de lo posible. Enviaron a Ashlee a casa pero a la mañana siguiente tuvo fuertes contracciones y sangrado. Ryan nació a las 11 am un 11 de octubre.

Dos horas después de su nacimiento, el médico informó a la familia que la placenta se había roto durante el parto y esto privó al bebé de oxígeno durante varias horas. Ryan fue trasladado a la sala de cuidados intensivos neonatales con 1 probabilidad entre 8 de sobrevivir.

Después de días de tratamientos y cuidados intensivos, una resonancia magnética mostró que no tenía actividad cerebral y los padres de Ryan tenían que tomar una decisión.

«Cualquier madre quiere mantener en vida a su hijo, pero cuanto más pensaba en ello, no quería mantenerlo porque él no me podría decir si estaba teniendo dolor. Él no podría decir si estaba sufriendo. No podría vivir realmente y estaría limitado a una cama».

Antes de decirle adiós al bebé Ryan, Ashlee le presentó a su hermano de 3 años, Trucker, y compartieron algunas canciones de cuna y cuentos.

En medio de toda la pena que abrumaba a la familia, optaron por hacer una buena acción y se donó el corazón de Ryan para salvar la vida de otro bebé.

Por medio de su «Pages to memories«, Ashlee trata de mantener vivo el espíritu de Ryan. Es una organización no lucrativa que dona rutinariamente libros y mantas para las UCI neonatales para que las familias puedan conectarse con sus hijos tal y como hicieron ellos durante sus cinco días juntos. Su página también proporciona un foro para los padres que perdieron a sus hijos, para apoyarse mutuamente.

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