La desgarradora historia de Rahama, una joven nigeriana que vivió en un recipiente de plástico

Rahama Haruna nació con una extraña enfermedad, las extremidades de su cuerpo no se desarrollaron excepto su brazo derecho.

Su hermano de 14 años solía cargarla mientras caminaba kilómetros hasta un lugar de su comunidad donde pedían limosna.

Ella comentó en una entrevista «He aprendido a crecer sin amigos en la vida. Mi familia son los únicos amigos que tengo. Me llevó mucho tiempo comprender que no todas las personas son iguales. No me importa. Me considero afortunada de estar viva».

Mientras esperó que su sueño de abrir una tienda se hiciera realidad, ella intentó ser feliz cada día. A pesar de que en su vida había sombras, ella trataba de evadirlas para poder ver siempre la luz.

Rahama dependía de su familia para todo. La cooperación de cada miembro de su familia le demostró el gran amor que sintieron por ella. No escatimaron esfuerzos en estar pendientes de sus necesidades porque Rahma no podía valerse por sí misma.

La situación de esta joven fue muy particular, ella tenía una extraña enfermedad que desde los seis meses de edad le impidió el desarrollo y crecimiento de su cuerpo, brazos y piernas. A sus 19 años su cabeza era del tamaño de un adulto pero no así el resto de su cuerpo.

Para trasladarla de un lugar a otro su familia usaba un recipiente plástico.

Y finalmente recibió una silla de ruedas como donación gracias a la ayuda solicitada por Internet a través de un fotógrafo que difundió la imagen de Rahama.

Nadie de la familia supo por qué sus brazos y piernas se atrofiaron, su padre comentó que ella había nacido sana, pero cuando tenía seis meses sufrió una fiebre que le causó problemas gastrointestinales, y él estima que después de eso sus extremidades dejaron de crecer.

El padre de esta joven era un agricultor y jornalero que le tocó conseguir una alta cantidad de dinero para la asistencia médica tratando de obtener respuestas sobre su aflicción.

Dailymail

Su familia solo contaba con un diagnóstico de los médicos que acudieron a verla y decían que ella había sido maldecida por espíritus malignos. Esta familia contó su historia a la prensa con la esperanza de que alguna organización médica benéfica ayudara a Rahma con sus necesidades especiales.

Lamentablemente esta joven no pudo ver su sueño hecho realidad, el 25 de diciembre del 2016 suspiró por última vez, dejando un gran vacío en cada uno de los miembros de la familia. Todos recordarán a esta joven nigeriana que con su sonrisa y sueños iluminaba a sus seres queridos.

Comparte esta historia, es un homenaje a quien vivió soñando y buscando siempre la mejor parte de la vida para aferrarse a ella.

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