Julia, madre de dos niñas, reveló el secreto para transformar su cuerpo en tiempo récord

La vida de cada persona depende de los zapatos que cada uno lleva puestos y hacia donde quiere caminar. Las metas son muy personales, sin embargo, las experiencias que comparten aquellos que muestran al mundo cómo han logrado cumplirlas iluminan el camino de muchos que se encuentran bajo la oscuridad.

Julia Meadows, una mujer de 33 años y madre de dos hijas que reveló su proceso de transición para alcanzar en ocho meses una transformación física que resultó en una figura corporal digna de admiración. Actualmente se siente en forma y saludable como nunca había estado.

Durante el mes de agosto del 2016, tras dar a luz a su segunda hija, Julia tenía un estado depresivo en el que duró varios meses. Había perdido su confianza y tenía una lucha interna tratando de recuperarla.

En el cuarto cumpleaños de su hija, algo en ella despertó impulsando la necesidad de un cambio en su vida y ocho meses más tarde esta madre había logrado una transformación que dejó a más de uno con la boca abierta. Logró perder once kilos y no solo su figura era otra, sus pensamientos también cambiaron.

Julia decidió dejar de darle importancia a su frustración y tristeza. Le dijo basta a los sentimientos negativos, asumió su responsabilidad ante la necesidad de ser un ejemplo que para sus hijas. 

Ciertamente ella reconoce que había intentado muchas veces asumir un cambio en su vida, pero nunca se había comprometido completamente. Su corazón sabía que esta decisión era diferente.

Julia era muy sedentaria, nunca le había dado prioridad e importancia a un estilo de vida saludable. No se sentía cómoda con su cuerpo y trataba de esconderse siempre bajo la ropa holgada. Ingería mucha comida para llevar y el chocolate nunca podía faltar.

Decidió seguir un régimen alimenticio flexible y muy saludable. Para el desayuno podía tomar un smoothie con plátanos, avena o cualquier otro ingrediente.

A media mañana tomaba una taza de té acompañada de un yogur griego natural con fruta.

Para el almuerzo aprovechaba lo que había sobrado de la noche anterior, pollo ensalada o preparaba una receta saludable.

La merienda de la tarde se inclinaba por huevos cocidos, alternados con algunas nueces o galletas de arroz con mantequilla de maní. En la cena se degustaba una rica lasaña mexicana, de patata dulce o una deliciosa boloñesa.

Ella acompañó ésta divertida y saludable dieta con un régimen de ejercicios que adaptó perfectamente a sus necesidades.

Tras ver grandes transformaciones en la página de Facebook de Healthy Mummy, Julia decidió inscribirse el programa de un desafío que duraba 28 días. Desde ese momento comenzó a seguir una planificación de las comidas que estaba en la web de Healthy Mummy. Los domingos preparaba la comida de toda la semana.

La inscripción en el campamento de arranque fue un paso muy inquietante para ella porque aún tenía pensamientos negativos que vencer y sentía una desventaja al no practicar ningún ejercicio. Tenía mucha preocupación por no ser capaz de avanzar con el grupo y retenerlos.

Pero, ella decidió vencer los miedos y asumió con mucha responsabilidad el compromiso del entrenamiento en el campo durante un mes. En tres semanas su cambio sólo se reflejó en su cuerpo sino también en su mente.

Tras el desafío y durante los primeros seis meses cada dos días corría y tres veces por semana practicaba un entrenamiento HIIT, que alterna intervalos de ejercicios de intensidad baja, moderada y alta.

Cada semana practicaba seis sesiones de peso durante 45 minutos. Si las niñas estaban en casa lo hacía antes de ir al trabajo y cuando estaba sin las niñas lo hacía en el gimnasio. Los días sábados el parque era una excelente opción para practicar los ejercicios de cardio.

Los resultados de la decisión que había tomado esta mujer no se hicieron esperar, en tan sólo tres meses tuvo que comprar ropa nueva, definitivamente pudo ver y sentir la diferencia.

Ella comentó que su piel tenía brillo, sentía mucha energía. Ahora que se siente en forma no ha dejado de hacer sus rutinas junto con otras madres. Quiere mantenerse en este estado que realmente le hace feliz.

En noviembre corrió diez kilómetros en compañía de sus dos hijas, mientras las llevaba en un pequeño coche. La experiencia fue genial, le pudo mostrar a sus hijas que estar sano y en forma es muy divertido.

Julia ya no desea los alimentos chatarras o poco saludables. Se prepara exquisitos, deliciosos y saludables aperitivos.

Ella recomienda beber de dos a tres litros de agua al día para ayudar a reducir las celulitis, así como tomar fotografías que evidencien el progreso es una manera de mantener el compromiso y observar los resultados.

Las fotografías de su progreso son muy importantes para ella, la balanza no cuenta toda la historia, de alguna manera las imágenes reflejan sentimientos según las expresiones de esos momentos. Cuando ella observa sus fotografías le cuesta creer la transformación que ha logrado.

Julia quiere mostrar a otras madres que existe la posibilidad de combinar salud, aptitud y maternidad. «Las madres podemos hacer mucho más de lo que pensamos, es importante descubrir esa motivación interna y asumir el compromiso personal».

Julia aprovecha cocinar todos los domingos junto a sus hijas como una actividad para compartir un precioso tiempo con ellas. Preparan la comida de la semana, guardan y congelan.

Cuando llega la hora de comer descongelan lo que les provoque. Ella considera que calentar un delicioso muffin saludable es mejor que comprar un brownie o una galleta en la tienda.

Julia insta a las mujeres a no compararse y enfocarse en sus propias metas. No se debe medir el progreso ni con la balanza ni con los avances de otras personas, simplemente con las mejoras propias.

Dailymail

Comparte la historia de Julia, realmente es muy motivadora. La voluntad, las ganas, la disciplina son parte del éxito que se logra con el compromiso verdadero. Definitivamente es un viaje personal que bien vale la pena hacer.

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