Un joven marroquí interrumpe una boda al grito de «Alá es grande»

Hace unos días un joven de 22 años irrumpió en una boda en la iglesia de San Pablo en Valladolid. Eran alrededor de las 18:30 cuando unos gritos estridentes resonaron por toda la iglesia, era un chico gritando: «Alá es grande».

Pasó por entre todos los presentes de la iglesia hasta llegar al altar con la intención de derribar todos los objetos litúrgicos a su alcance. Al principio la gente no podía creer lo que sucedía y quedaron invadidos por el miedo.

Ninguno de los invitados daba crédito a lo que veían, no solo eran los gritos y la actitud sino que incluso llegó a insultar y agredir al sacerdote, según los testigos. Entre algunos de los invitados al fin lograron detener al joven marroquí de 22 años.

«Estábamos en el momento de darnos la Paz cuando se empezaron a escuchar voces en la Iglesia», recordó el sacerdote que, en un primer momento, pensó que se trataba «de algún grupo de jóvenes alborotadores».

Los novios estaban muy disgustados porque en el día más feliz de su vida les había quedado ese sabor amargo de violencia y enfrentamiento, comentó el sacerdote.

El chico es residente en Valladolid con permiso de estudiante, pero tras estos actos ha sido acusado de alteración del orden público, amenazas y delito contra los sentimientos religiosos. Además se sabe que el joven ya tenía antecedentes por varios disturbios.

El 5 de junio el chico pasó a disposición judicial, donde no prestó declaración ya que, según el informe del médico forense, no se encontraba en condiciones de salud para hacerlo.

Por lo cual se acordó su traslado a una Unidad de Psiquiatría con el fin de efectuar una evaluación de su estado, determinar su diagnóstico y analizar un posible tratamiento. Tras ello, se decidirá sobre su toma de declaración judicial.

El Juzgado ordenó la libertad con cargos del arrestado, quien será investigado por la supuesta autoría de delitos de amenazas, desorden público, contra los sentimientos religiosos y daños.

ABC

En el siguiente vídeo se muestra el momento exacto en el que intentan detener al chico entre algunos de los invitados:

Es muy triste que estas cosas sucedan. Sin importar la diferencia de creencias o costumbres, las personas debemos aprender a ser tolerantes con todas ellas y no arruinarle el día a otros solo por pensar diferente a ellos.

Sin duda esta pareja tendrá un recuerdo no muy grato de ese día que debía ser perfecto. Pero lo peor es para el chico que ahora tendrá que pasar un tiempo en la unidad psiquiátrica, este hecho marcará toda su vida.

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