Hacer ejercicios es recomendable para el bienestar de la salud, sin embargo debemos tener mucho cuidado al practicarlo porque un error puede causarnos una lesión que en la mayoría de los casos suelen ser leves, pero también pueden llegar a ser muy graves.
Eso fue lo que le sucedió a Eden Hoelscher en diciembre del 2015, una pequeña niña de 5 años que soñaba con ser bailarina y que se lesionó haciendo un salto mortal simple hacia atrás, lo que se conoce también como el puente o la arañita.
Su madre, Kylee Hoelscher recogió a su hija llorando en sus brazos tratando de calmarla, no sabía la gravedad de su lesión. Después de un rato dejó de llorar, pero su madre cuando intentó ponerla de pie supo inmediatamente que algo no estaba bien. Al principio ella pensó que era por el dolor y le pidió que tratara de mover sus piernas y Eden respondió que no podía, que estaban dormidas.
Kylee llevó inmediatamente a su hija al hospital y los médicos confirmaron un diagnostico aterrador. Fue como el inicio de un túnel oscuro por el cual empezarían a transitar. Los médicos dijeron a la familia que el salto mortal hacia atrás, hiper-extendió la columna vertebral de su hija y causó que la arteria que alimenta su médula espinal detuviera el bombeo de sangre.
El resultado fue un golpe devastador en su columna vertebral que causó un daño inaudito
En su estadía en el hospital fue necesario que los primeros días ella permaneciera en cuidados intensivos, hasta que se confirmara el diagnostico definitivo. Eden había quedado parapléjica de la cintura para abajo. Sus padres solo podían sentir un profundo dolor que partía su corazón en mil pedazos.
Sus intestinos y su vejiga no funcionaban. Era necesario despertar por lo menos dos veces por noche para moverla y evitar la formación de úlceras dormir en una sola posición demasiado tiempo.
Eden debía recordar hacer sus ejercicios de alivio de presión cada quince minutos y permanecer en su silla de ruedas la mayor parte del tiempo para proteger su piel. No podía regular su temperatura, de modo que sus padres debían pendientes de algunos signos que les indicaran si su cuerpo estaba demasiado caliente o demasiado frío.
Sin dejarse vencer y con la fe puesta en la esperanza de encontrar nuevos pasos para su hija, comenzaron los tratamientos locomotores para intentar recuperar la movilidad perdida. Fueron terapias cinco veces a la semana con el seguimiento y atención de doctores y fisioterapeutas del Instituto de Rehabilitación Frazier.
Casi un año después Eden presentó grandes avances en su recuperación. Pudo vestirse sola, lavarse su cabello y los dientes.
Kylee y su esposo Nicolás Hoelscher dijeron que debido al espíritu de su hija y su capacidad de recuperación, la familia nunca han perdido la esperanza en su recuperación total. Eden, volvió a la escuela sólo una semana después de salir del hospital.
Uno de los mayores avances que ha tenido tomó por sorpresa a todos y sucedió con una visita de su amiga Viloet mientras jugaban a luchar con espadas de juguete… ¡Eden, sin darse cuenta comenzó a dar sus primeros pasos!
Su terapeuta la estaba sosteniendo y ella empezó a dar pasos alrededor de la habitación y después por el pasillo.
En este largo camino hay días grises, Eden muchas veces le pregunta a su madre si algún día ella volverá a usar sus piernas como antes, y es cuando su madre le muestra un video de cuando empezó a caminar y vuelve a creer en que ella puede. Los sueños de Eden son grandes quiere ser independiente y quiere dejar de usar la silla de ruedas.
Con esa sonrisa tan grande y hermosa seguro que llegara muy lejos.
Lo más importante es el amor, al apoyo, la constancia de la familia y de ella. Su madre dice que prefieren valorar lo que aún tienen en lugar de pensar en lo que perdieron. La sonrisa de Eden contagia al mundo de esperanza.
Comparte esta historia y ayudemos a esta familia a difundir el mensaje del cuidado que debemos tener al realizar ejercicios, y regalemos un aplauso a Eden que tiene un espíritu guerrero y a esta familia que se ha unido para sumar las fuerzas y apoyarla siempre.